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Paso de Jesús de la Humildad y Paciencia. A. GARCÍA
Y Coronación reinó en su barrio

Y Coronación reinó en su barrio

Una decisión tomada esta Cuaresma por parte de la comisión gestora de la hermandad ha hecho que este Martes Santo la cofradía no haya bajado al centro de Almería

AROA GARCÍA ACEDO

Almería

Miércoles, 17 de abril 2019, 00:10

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A las cinco de la tarde del Martes Santo, las inmediaciones de Santa María Magdalena estaban a rebosar de gente. Salía su cofradía. La Hermandad y Cofradía de Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia, María Santísima de Gracia y Amparo y San Juan Evangelista hacía ayer estación de penitencia.

Este año es especial, la junta gestora, presidida por Carlos Galisteo, decidió el pasado 14 de marzo que la hermandad realizaría su estación de penitencia en su barrio, en Los Molinos. En el 2019, Coronación no bajaba a carrera oficial.

Una decisión meditada, y tomada desde la certeza de que la hermandad lo que necesita es un empuje, un impulso, volver a reencontrarse con su barrio, para coger fuerzas para emprender proyectos y sueños nuevos.

Una decisión que no fue fácil de tomar, pero que se basa en la creencia de que el barrio también tiene derecho a disfrutar de su hermandad; que los vecinos, sus calles, vean la tarde de Martes Santo a su cofradía.

Una decisión que es definitiva. volverán cuando Dios quiera, y ellos mientras, la junta gestora junto con su hermandad, seguirán trabajando.

Y en las calles se nota. El barrio de Los Molinos bulle, hay mucha gente en las calles, se ven los balcones abiertos, algo distinto pasa este Martes Santo.

Y a las cinco de una tarde calurosísima comienzan a salir los nazarenos, túnicas en color blanco, cíngulo burdeos, antifaces burdeos con escudo dorado bordado en el pecho y zapatillas de tela color blanca comienzan a salir de la iglesia.

Nervios, porque es un itinerario distinto, pero calma sosegada. No hay prisas, el paso puede ser más corto, hay más tranquilidad, y se ve al Señor del barrio, el Señor de Humildad y Paciencia.

De lejos se puede ver uno de los estrenos de la hermandad, faldones burdeos del paso de misterio con respiraderos de madera forrados que luego la Señora llevará iguales. Van buscando uniformidad en los dos pasos.

Y ya se ve moverse al Señor, que también estrena una clámide burdeos. Delante del paso, el capataz general, Carlos Ángel Galisteo Giménez, que junto a sus auxiliares, Conrado Mohedano, Gabriel, Manuel Ortíz y Alejandro Galleti mandan a las costaleras que llevan al Señor. Las mujeres de esta hermandad son las que, sobre sus cuellos, son los pies de Nuestro Padre Jesús de Humildad y Paciencia.

El segundo tramo continúa con filas de nazarenos ordenados y bien formados, dando paso a un grupo de mantillas encabezado por dos pequeñas niñas que este año se estrenan con esta forma de hacer estación de penitencia, Amaia y Nerea. Ambas saben lo que es vestirse de nazareno pero este año, por primera vez, se ponen una mantilla, y están las dos absolutamente preciosas.

El barrio está en la calle, quiere verla a Ella y, sobre todo, se arremolina porque quiere acompañar a la Señora.

En su paso también vemos numerosos estrenos: todo el terciopelo, nuevo diseño de bambalina y crestería de madera forrada, nuevo llamador donado y lona con escudo corporativo para la parte superior del techo de palio.

María Santísima de Gracia y Amparo, acompañada por San Juan, con un adorno floral de claveles rosa palo; un adorno clásico, muy clásico.

Y, mandando a los costaleros, el equipo de auxiliares del palio, Juan Diego Cano Rodríguez, Ángel Toro Carmona y Carlos Iglesias, que con mimo mecen a la Señora de Los Molinos. Un barrio que la arropa, que la cuida esta tarde de Martes Santo, que la está esperando y que no la deja sola.

Una decisión distinta, complicada, pero que ha hecho que este año la hermandad coja fuerza, que viva su barrio, que disfrute con sus gentes, que los vecinos la vean de cerca.

Una decisión acertada, vivida y sentida. Una muy buena estación de penitencia.

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