Condenado a 17 años por maltratar a su pareja y a su hija, a la que también violó

El fallo confirma la sentencia dictada por la Audiencia Provincial de Almería que, de otro lado, absolvió al acusado de cuatro delitos de lesiones, dos de maltrato animal y uno de amenazas al no ver acreditados determinados hechos denunciados por las afectadas.

El alto tribunal andaluz desdeña el recurso de apelación impulsado por la defensa del acusado, que pedía que se revocara la sentencia condenatoria al considerar que se produjeron «contradicciones» en las versiones dadas por las denunciantes suficientes para restar argumentos incriminatorios.

Frente a dicha postura, el TSJA apunta no solo el válido relato aportado por las víctimas sino también por las fotografía que aportó la mayor de las víctimas, con las que pretendía «dejar constancia de los golpes recibidos por parte del acusado»; unas fotos en las que «anotaba la fecha en la que se producía cada agresión». Asimismo, incide en los resultados de la exploración psicológica realizada a las víctimas, compatible con ser víctimas de violencia de género.

La sentencia de origen apuntaba que el acusado agredió a lo largo del tiempo tanto física como psíquicamente a su pareja, con la que mantuvo una relación sentimental de más de diez años con la víctima, como a la hija nacida fruto de esa relación en 2005.

De este modo, señala los más de 15 años en los que la mujer sufrió «de forma continuada» los puñetazos, golpes, tirones de pelo e insultos que dirigió contra ella, a la que además amenazaba con el que se «iba a llevar a la niña» o con que «les iba a echar ácido».

La menor también fue objeto de agresiones físicas y verbales por parte de su padre, quien la sometió a tocamientos desde que tenía apenas cuatro años de edad cuando se encontraban a solas para, más adelante -cuando contaba con 12 años- llegar a agredirla sexualmente mientras que la golpeaba para conseguir su objetivo.

Pese a todo ello, el tribunal no dio por acreditados hasta cuatro episodios concretos de agresiones denunciadas entre junio de 2020 y mayo de 2021, así como tampoco identifica como delito de maltrato animal que en mayo de 2020 el procesado matara un perro tras arrojarle un televisor y a los pocos días acabara con la vida de un segundo can al lanzarlo por una ventana, conforme declaró la denunciante.

Además de las penas privativas de libertad, el acusado no podrá comunicarse ni acercarse a las víctimas durante un periodo de 24 años, toda vez que deberá indemnizarlas con una suma total de 120.000 euros.

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