El Cine Katiuska ya proyecta su esplendor
Diseñado por el arquitecto Trinidad Cuartara, data de 1904 y está a punto de iniciar una nueva etapa como centro social y cultural del Centro Histórico luciendo su mejor cara
Nadie que pase por la calle General Luque de manera asidua podría imaginar la gran transformación sufrida por el antiguo Cine Katiuska, un edificio diseñado por el arquitecto Trinidad Cuartara, que data de 1904 y cuyo estado de deterioro extremo lo había situado a apenas dos lluvias de caerse al suelo derruido. Hoy, sin embargo, luce ya su mejor cara, a punto de que las obras de rehabilitación del inmueble concluyan en las próximas fechas.
Rodeado aún de vallas que anuncian al viandante su proceso de recuperación, pasará en breve, una vez dotado de mobiliario y contenido, a convertirse en un nuevo foco de encuentro para los vecinos del Centro Histórico de Almería y de los barrios de Pescadería y La Chanca.
Concebido originalmente como almacén de uva y, poco antes de la Guerra Civil, reformado como sala de cine, pasará ahora a tener usos sociales y culturales, dentro del proyecto Camina puesto en marcha por el Consistorio de la capital para unir mediante centros culturales a estos barrios y, en concreto, a través del Mesón Gitano, el Museo Doña Pakyta y el antiguo Cine Katiuska, una vez rehabilitado.
Fue en noviembre de 2022 cuando el Ayuntamiento aprobó el proyecto de reforma del antiguo Cine Katiuska y, en agosto de 2023, licitó las obras. Los primeros trabajos no llegarían hasta enero de 2024, a cargo de la empresa Albaida Infraestructuras SA, a la que se adjudicó la actuación por un importe de 1.231.673,82 euros y un plazo de ejecución de nueve meses.
Será, sin embargo, más de año y medio después, cuando concluya esta primera fase de rehabilitación a la que deberá seguir una segunda de dotación de material. Y es que, aunque a principios de 2024 la recuperación del inmueble parecía imparable, sin embargo, llegaron contratiempos. Los ritmos no fueron los marcados para cumplir con los requisitos de su financiación a través de los fondos europeos Feder.

Las obras dieron comienzo, tal y como advirtieron desde las filas socialistas en el Ayuntamiento de Almería, «con un retraso injustificado». Una tardanza, apuntaron en su día, que provocó que el Ayuntamiento tuviera «que devolver casi 800.000 euros a la Unión Europea por no poder justificar las facturas de la obra en los tiempos que establece la subvención concedida». Recordaba, no en vano, su entonces portavoz, Adriana Valverde, que el proyecto «tendría que haber estado terminado el 31 de julio» de 2024.
El proyecto
Sea como fuera, el edificio ya proyecta gran parte del esplendor que había perdido con el paso de los años, el desuso y el abandono. Además, una vez rehabilitado, el edificio de dos plantas tendrá un acceso principal, al primer nivel, desde la calle General Luque, y un segundo acceso, desde la calle Hernández, que comunicará con la entreplanta.
Ambas plantas, con una superficie total construida de 604,86 metros cuadrados, se comunicarán interiormente mediante una escalera y un ascensor, según ha informado el Ayuntamiento de Almería en reiteradas ocasiones.
Los trabajos de rehabilitación se han centrado fundamentalmente sobre la envolvente y fachada del edificio, reconstruyendo revestimientos, elementos de piedra, molduras de ventanas y cornisas, además de incluir la reparación estructural de los muros de carga.
A nivel técnico, la reforma ha afectado también a la estructura, al recuperarse para las nuevas necesidades de uso que tendrá el inmueble las viguetas que conforman el forjado primitivo.
En el interior, se ha proyectado la ejecución de dos núcleos verticales, cercanos a las fachadas cortas, respectivamente, para introducir iluminación natural en el edificio: al fondo, adyacente a la fachada norte, un patio ajardinado en torno al que se han dispuesto los espacios más fragmentados del programa de necesidades del inmueble, como son aseos y áreas de talleres y exposiciones.
Próximo a la entrada principal, en la fachada sur, se ha dispuesto un hito (vidrio u-glass) para el ascensor y la recepción, buscando la entrada de luz difusa desde la cubierta a esta parte del edificio para ejercer de 'faro-guía'.
También, respecto al interior, se ha conformado una entreplanta que ocupa todo el ancho en sus extremos, en torno a los núcleos verticales de iluminación, y que se unen mediante una zona de 'palcos', abierta sobre el 'patio de butacas'.
Adyacente a este 'patio de butacas', hacia el norte, y bajo la entreplanta, se dispone un área destinada a exposiciones temporales, el núcleo de aseos, y el patio ajardinado que atraviesa verticalmente todo el espacio, hasta la cubierta.
A partir del acceso exterior a esta planta, desde la calle Hernández, se configura una zona multifuncional que, mediante el empleo de tabiques móviles, permitirá su uso como zona de exposiciones o salas multiusos, de forma independiente al resto del edificio.
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