Caridad impone el luto en su barrio de Oliveros

Con profundo recogimiento y solemnidad, la Hermandad de la Caridad ha recorrido las calles de Almería capital, evocando el trascendental momento del traslado del cuerpo inerte de Jesucristo desde la cruz hasta el sepulcro. La sobriedad del cortejo, que partió de su sede canónica en la Iglesia de Santa Teresa de Ávila, en el barrio de Oliveros, ha conmovido a los numerosos fieles congregados.

La escena, cargada de unción, se ha visto enriquecida por la compañía de las imágenes de San Nicodemo y San José de Arimatea, figuras clave en este pasaje evangélico, junto a la dolorosa presencia de la Virgen de las Penas, Santa Marta y Santa María Magdalena, testigos del sufrimiento y el amor incondicional.

La hermandad, conocida por su carácter austero y su cuidada puesta en escena, continúa avanzando en el ambicioso proyecto del tallado del paso del misterio, una obra que promete realzar aún más la fuerza expresiva de esta representación. El avance de los trabajos es un motivo de ilusión para los hermanos y devotos, quienes esperan con expectación contemplar la culminación de este proyecto artístico que enriquecerá el patrimonio de la Semana Santa malagueña.

La procesión de la Caridad se erige así como un ejemplo de fervor y dedicación, invitando a la reflexión sobre el misterio de la Pasión y Muerte de Cristo.

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