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Centro de trabajo. El doctor García en el despacho de su clínica, situada en Huércal de Almería. IDEAL
«Tiene que cambiar el concepto de radiólogo; el paciente tiene que hablar con nosotros y ponernos cara»

«Tiene que cambiar el concepto de radiólogo; el paciente tiene que hablar con nosotros y ponernos cara»

Martín García, radiólogo: «El tumor de mama hoy día se cura al 90% y la prueba idónea para el cáncer de próstata es la resonancia magnética»

MARTA SOLER

Almería

Domingo, 10 de marzo 2019, 00:46

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El radiólogo almeriense Martín García Pérez ha sido reconocido recientemente por la Academia de Ciencias de la Salud Ramón y Cajal, como uno de los médicos más destacados de toda España en reconocimiento a su excelente trayectoria profesional y a su notorio prestigio en el ámbito de la salud en un acto que tuvo lugar en el Ateneo de Madrid el pasado 23 de febrero.

Este albojense nació hace 60 años en el popular barrio de La Loma. Se crió en una familia de clase media. «Mi padre era profesor de instituto y éramos ocho hermanos, yo era el quinto», recuerda el doctor Martín. Precisamente a su padre, un humanista con inquietud cultural, licenciado en Filosofía, poeta y también practicante, le debe su vocación por la Medicina. «Siempre fue un espejo en el que todos nos reflejamos y nos sirvió de guía para ayudar a los demás, por eso tres de sus hijos somos médicos».

-¿Qué factor fue el determinante para que usted decidiera estudiar la carrera de Medicina?

-Antes de hacer Filosofía y Letras en Murcia, mi padre tuvo una enfermedad que le obligó a estar en un hospital donde hizo lo que antes se llamaba practicante y lo ejerció junto con la docencia. Desde pequeños vivimos lo que hacía un practicante en un pueblo, íbamos en moto con él a visitar a los vecinos en sus casas y su preocupación por ayudar a mantener la salud me marcó mucho. Entonces la gente se moría de neumonía y sarampión, no había medicinas y él daba a los enfermos sin recursos las muestras que tenía. Mis hermanos y yo nos impregnamos de esa necesidad desinteresada de servicio a los demás. Su ejemplo nos ha servido de mucho profesionalmente.

-¿Por qué la especialidad de Radiología?

-Hice Medicina en Granada y como entonces se hacía el Servicio Militar, me tuve que ir a Cádiz y después a Cartagena, al Hospital de la Marina, el único lugar donde había un TAC que solo utilizaba el ejército americano porque el resto no sabía utilizarlo. Me propuse aprenderlo, intentar interpretar las imágenes y vi que podía hacerlo. Tras la 'mili' estuve en Balanegra sustituyendo al médico. En ese periodo cayó en mis manos un artículo científico sobre una técnica novedosa que se llamaba Resonancia Magnética. Me gustó y entendí de momento que eso era el futuro. A pesar de que siempre quise ser internista ya no tuve dudas, me decidí por la Radiología.

-¿Dónde fue su formación en la especialidad?

-Me fui a Madrid al mejor hospital, que es el hospital Clínico Universitario de San Carlos. Allí estuve con el jefe de servicio de entonces, el doctor César Sánchez Pedrosa, un referente internacional en radiología, el único que tenía un tratado de radiología en español, montó el primer servicio de radiología en España y se considera el padre de especialidad en este país. Eso me hizo reafirmarme y saber que no me había equivocado en mi elección porque tuve la suerte de estar en un ambiente de formación muy avanzado. En Madrid hice el MIR y como en España no había resonancia magnética, conseguí una beca y me fui con el sueldo de residente a California, donde estuve un año aprendiendo con los mejores neurorradiólogos del mundo.

-¿Cómo fue la experiencia en California?

-Fue muy positiva porque allí aprendí verdaderamente lo que es la labor en equipo desde el inicio, cosa que aquí no existía. Me llamó la atención la forma de distribuir el conocimiento y la experiencia de los médicos que trabajaban allí. No existía el residente suscrito a un hospital concreto sino a la universidad y rotaba por todos los hospitales, de manera que el aprendizaje era mayor.

-¿Qué se trajo en la maleta?

-Me traje mi interés por instaurar la consulta radiológica y el diagnóstico multidisciplinar. Es importante hablar con el paciente y saber lo que le pasa porque en la medicina lo que hay son enfermos y cada uno lo padece de una manera. Es esencial que se cambie el concepto, el radiólogo tiene que ver al paciente y esté tiene que poner cara al radiólogo a igual que ocurre en otras especialidades. La consulta radiológica permite evitar pruebas innecesarias, aprovechar los medios y acortar el tiempo de diagnóstico. Un diagnóstico precoz y adecuado permite tratar la enfermedad, evitar muertes o mejorar la calidad de vida de un paciente. Aquí el diagnóstico por imagen tiene mucho que aportar.

-¿En qué enfermedades está siendo esencial el diagnóstico por imagen?

-En casi todas, pero si tenemos que destacar algunas podríamos hablar de que hoy en día en un cáncer de próstata la prueba idónea es la resonancia magnética que permite ver lesiones muy pequeñas y dirigir la biopsia al punto exacto. En mama hoy en día un tumor se cura en el 90% de los casos o se convierte en una enfermedad crónica y gracias a la imagen y los estudios de percusión, la valoración y el diagnóstico es más certero además de ver más lesiones que otras técnicas no ven. La llegada de imágenes digitales ha hecho cambiar el curso del diagnóstico de enfermedades neurodegenerativas y del sistema nervioso porque se puede valorar desde el punto de vista funcional cuando hay una lesión de neurona, algo que no percibe el ojo humano. La resonancia magnética consigue un diagnostico precoz en demencias como el Alzheimer y en enfermedades psiquiátricas como la depresión, bipolaridad o esquizofrenia. En cardiología la imagen tiene muchas posibilidades porque además de mostrar la anatomía de corazón a un nivel superior, se puede ver a posteriori. Es una especialidad de futuro con una labor conjunta entre cardiólogos y radiólogos.

-¿Por dónde pasa su futuro profesional?

-Por seguir atendiendo a los pacientes en las clínicas de Huércal-Overa y Huércal de Almería, ahora CTM está en Almería, en la calle Dolores Ibarruri para estar más cerca de los pacientes con una resonancia magnética de grandes prestaciones de alto campo (3T). Y continuaré poniendo mi grano de arena para que los profesionales y la sociedad sea consciente de la importancia que supone el trabajo del radiólogo.

-Su hijo estudia segundo de Medicina, ¿qué le aconseja?

-Me gustaría que fuera honesto, que nunca renuncie a la calidad, que mantenga el rigor científico y que no pierda nunca las ganas de aprender y saber cada vez más porque esta es una bella profesión que solo busca ayudar a los demás.

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