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R. I.

Cae el mayor banco clandestino del mundo en Almería

Desarticulan la organización que deja a 17 detenidos, 15 de ellos en prisión, por apoyar económicamente a mafias dedicadas al tráfico de personas y drogas | El centro de mando se instaló en Almería para visionar los registros donde participaron más de 250 agentes

Nerea Escámez

Almería

Miércoles, 14 de mayo 2025, 13:35

La Policía Nacional ha desarticulado una organización criminal que actuaba como un banco clandestino con raíces en Almería. Considerada como «una de las más poderosas a nivel internacional» por los agentes, se ha saldado con la detención de 17 personas, de los que 15 ya han ingresado a prisión como presuntos responsables de los delitos de pertenencia a organización criminal y blanqueo de capitales.

Este entramado contaba con dos ramas diferenciadas, árabe y china, que se encargaban de dar soporte económico, mediante el método 'hawala' a otros clanes dedicados al tráfico de seres humanos y tráfico de drogas. Para ello, los agentes de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía han colaborado con Europol en esta operación que se desarrolló el pasado mes de enero y, hasta hoy, ha permanecido bajo secreto por la magnitud de las actuaciones.

Según ha desarrollado en una rueda de prensa esta mañana el comisario José Rodríguez, jefe de blanqueo capitales de la UDEF, el cabecilla de este banco clandestino era un jordano-palestino con residencia en Bélgica, desde donde proporcionaba soporte económico con amplios movimientos económicos que superaron los 21 millones de dólares.

Para la investigación policial, en el marco de la Operación 'Karasu', se estableció un centro de mando en Almería desde donde el Juzgado de Instrucción número 3 pudo seguir en tiempo real todo el dispositivo formado por más de 250 agentes, en colaboración con Eurojust y Europol, según han indicado, donde siguieron las 13 entradas y registros de manera simultánea. Cinco de ellos fueron en Almería, uno en Amberes (Bélgica), cuatro en Madrid, uno en Valencia, Málaga y Cádiz, respectivamente.

Estas actuaciones permitieron el bloqueo de una decena de inmuebles y altas cantidades de dinero en cuentas bancarias, así como la intervención de grandes cantidades efectivo, criptomonedas, vehículos, dispositivos informáticos, joyas, relojes y bolsos de alta gama así como tabaco. Para la muestra de la magnitud de esta organización, los agentes han desglosado la intervención en este entramado: 205.000 euros en efectivo, más de 183.000 euros en criptomonedas, 18 vehículos valorados en más de 207.000 euros, 8 dispositivos informáticos y 37 móviles -la mayoría con tecnología encriptada-, 10 inmuebles valorados en más de 2.500.000 de euros, joyas y relojes por más de 24.000 euros, bolsos de alta gama que superan los 230.000 euros, vinos de primeras marcas cuyo valor supera los 7.000 euros y puros con importe superior a 622.000 euros.

Empleo del método 'hawala'

Esta investigación, considerada secreta, se ha destapado después de que estallara la operación 'Orontes' en julio de 2023. Entonces, cayó un clan con ciudadanos sirios que introducían irregularmente en Almería a migrantes en narcolanchas que partían desde Argelia y se saldó con 15 detenidos, 14 en la provincia de Almería y 1 en Málaga.

Tras la incautación de diferentes dispositivos informáticos a los miembros de este clan, los agentes descubrieron la existencia de esta organización criminal de ciudadanos de origen árabe. Una vez que los agentes analizaron los aparatos comprobaron que una organización criminal estaba dando soporte económico a actividades de tráfico de seres humanos.

Según informa Policía, estas actividades habrían sido financiadas por ciudadanos de origen chino, afincados en Madrid, quienes entregaban grandes cantidades de dinero en efectivo que era trasladado a distintas zonas de la geografía española. Ambas ramas utilizaban el método ' hawala' para entregar grandes sumas de dinero a estos traficantes a cambio de una compensación en criptomonedas.

Los investigadores comprobaron con el análisis de los archivos digitales incautados la actuación coordinada de ambas ramas, árabe y china, para realizar con éxito las operaciones orientadas a la puesta a disposición del cliente del dinero demandado, «siempre de manera oculta al control financiero corriente», subrayan, lo que puso de relieve «la existencia de una banca clandestina al servicio de otras actividades criminales».

El método hawala, según expone Policía Nacional, actúa al margen de los sistemas financieros convencionales y presta sus servicios a cualquier demandante, sean personas físicas u organizaciones criminales, encubriendo su funcionamiento bajo la apariencia de una empresa de transferencias de dinero. Esta organización criminal publicitaba sus servicios en redes sociales con anuncios que les permitía llegar a todo tipo de clientes y extender su actividad en el ámbito internacional.

Los investigadores lograron identificar a tres objetivos de alto valor de Europol, los cuales formaban parte de todo el entramado criminal. Uno de ellos actuaba como 'hawaladar', en otras palabras, el tesorero del clan, ya que se habría hecho responsable de la caja y de su contabilidad, donde se reseñaban las transacciones que tenía con los clientes controlando, por lo tanto, la actividad y los movimientos de dinero. Además, su rol se extendió al encargado de designar al coordinador o bróker de cada una de las ramas, escogiendo «siempre personas de su máxima confianza» para dirigir la actividad de la organización.

Un golpe «sin precedentes» a la organización

La organización, indican desde Policía, estaba «perfectamente estructurada» con un reparto «claro» de tareas. La rama de origen árabe, se encargaba de gestionar las transferencias de dinero solicitadas. En esta vía se recibía el dinero en distintos puntos del mundo para posteriormente entregarlo en efectivo en España, reinvirtiendo las ganancias obtenidas por las comisiones generadas de las transferencias en actividades ilícitas como el tráfico de personas.

Mientras que, en la vía de origen chino, se encargaban de disponer y facilitar el dinero en efectivo, bajo la petición de la rama de origen árabe y recibiendo su compensación en criptodivisas. «Estos eran los que, actuando como mulas, transportaban el dinero oculto en vehículos hasta los clientes finales por todo el territorio nacional».

Tras numerosas tareas de averiguación, Policía Nacional se pudo acreditar la existencia de 32 operaciones por un valor de más de 5,5 millones de euros en solo tres meses. Por otra parte, en una de las direcciones que se utilizaban exclusivamente para recibir y transferir fondos, conocida como «dirección puente», se superó los 21 millones de dólares entre junio de 2022 y septiembre de 2024.

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