Los barrios pobres de Almería se quedan por primera vez en treinta años sin planes de integración

«Es la primera vez que ocurre en al menos veinte años», traslada el responsable de una de las entidades que participan de los proyectos sociales en barriadas desfavorecidas. Concretamente en materia sociolaboral. El Gobierno andaluz ejecuta, como programas de actuación temporales, proyectos de intervención social con la finalidad de suturar las desigualdades en función del lugar de residencia. Con una u otra denominación, desde la creación del Plan de Barriadas de Actuación Preferente en el año 1989, el Gobierno andaluz ejecuta estos programas en espacios urbanos concretos cuya población experimente situaciones estructurales de pobreza grave y marginación social. Las primeras ayudas llegaron en 1991. Y desde entonces la actividad ha sido continuada.

«La verdad es que nos ha sorprendido, porque el actual plan marco, la estrategia Eracis, tiene vigencia hasta el año 2022», relata la responsable de otra oenegé, que en este caso trabaja por la infancia en barrios con especiales problemas de exclusión social. A día de hoy, estos programas se financian gracias al Proyecto Eracis (Estrategia Regional Andaluza para la Cohesión e Inclusión Social. Intervención en Zonas desfavorecidas). Se inició en el año 2018 y tenía vigencia de cuatro años. Incluye actuaciones propias, delegadas en los ayuntamientos y delegadas en oenegés.

La primera convocatoria de ayudas a las oenegés ya ha vencido. Sin embargo, la Junta no ha sacado la nueva convocatoria de subvenciones. Y sin dinero, no hay proyecto. En el caso de Cruz Roja, afecta a los programas en las barriadas de El Puche, Los Almendros y Piedras Redondas, en la capital; así como a Las 200 Viviendas de Roquetas de Mar y los barrios ejidenses de Ejido Norte y Centro y Pampanico. «Ha afectado a una quincena de trabajadores y a miles de usuarios atendidos en estos barrios», indicaban fuentes de la entidad a este diario. «Sin la financiación de la Junta sólo podemos mantener los proyectos transversales, pero no los específicos». Entre ellos están los de integración sociolaboral de colectivos en riesgo de exclusión.

La Asociación Innova –que trabaja con menores– también ha tenido que bajar la persiana.Habían ejecutado todo el presupuesto disponible en sus programas, destinados en su caso a la atención a la infancia. «Tenemos que parar, no hay fondos», indicaban fuentes de la organización.

Los proyectos Eracis se financian con fondos de la Unión Europea en un 80% y se completan con dinero de la propia Consejería de Igualdad y Políticas Sociales. Sólo unas pocas entidades han seguido trabajando. «Son las que no habían completado los proyectos porque los frenaron durante la pandemia», subrayaron otras fuentes. «Pero es cuestión de semanas que acaben cerrando».