Baamonde repite de presidente en Cajamar tras la primera asamblea telemática de la entidad
La directiva de la entidad apunta a la solvencia alcanzada durante los últimos años ante los desafíos que ha abierto la situación de crisis sanitaria y su derivada económica
Cajamar experimentará cuatro años más de estabilidad en la sala de mandos. Eduardo Baamonde Noche (Villalba, Lugo; 1964), el primer no almeriense en los timones ... de la 'rural', ha renovado la confianza de una asamblea general casi a la búlgara, sin ningún tipo de oposición interna: no hubo ni un solo voto contrario a su candidatura, la única presentada.
En un encuentro raro, no solo por la superpoblación de mascarillas sino también por ser tardío (la previsión era la de celebrar este cónclave anual a finales de abril, algo que tuvo que ser pospuesto debido a la crisis sanitaria), Cajamar ha sacado adelante la reválida de su consejo rector, el cuartel de estrategia de la entidad que permanecerá intacto después de las últimas renovaciones de los años 2017 y 2018, y que seguirá manteniendo a los flancos de Baamonde a Francisco Lorente Brox y a José Luis Heredia como vicepresidentes y a María Luisa Trinidad como secretaria de la entidad.
En un mensaje de balance de cuatro años de gobierno corporativo, Baamonde se ha permitido sacar pecho de un crecimiento de la entidad en recursos minoristas del 17% y de un alza especialmente intensa en los recursos fuera de balance –fondos, bonos y otros productos financieros– que han redimensionado su peso en un 86%. «Estas cifras cobran mayor importancia si recordamos el contexto en el que se han producido: un entorno de tipos extraordinariamente bajos, con incremento notable de exigencias regulatorias, con el fecto de las sentencias judiciales como las de las clásulas suelo y un entorno nacional e internacional complejo que incrementó sin duda las incertidumbres y la volatilidad de los mercados», ejemplificaba el responsable del buque enseña de las finanzas en Almería.
Más inversión crediticia, un descenso en los activos dudosos (hasta apenas un 5,5% en la actualidad– así como un reforzamiento de las coberturas sobre los activos crediticios han servido a su vez, para poner de relieve la marcha postiva de una enseña que está entre las entidades más potentes del sistema y que acapara cerca del 10% del sector financiero agroalimentario y porcentajes muy elevados –incluso superiores al 10% en algunos casos– de cuota de mercado territorial en todo el país.
Noticia Relacionada
Primeros pasos para dotar de un edificio polivalente a Bellavista
«Contamos a día de hoy con 892 oficinas, cinco de ellas de nueva apertura», recordaba por su parte Francisco González, director general de la entidad almeriense. «En los últimos ejercicios hemos venido desarrollando una rigurosa política de fortalecimiento, austeridad y control del gasto inspirada en los valores fundamentales de prudencia y responsabilidad», ha defendido ante la asamblea. «Junto con una adecuada estrategia comercial», ampliaba, «han contribuido a la solidez de nuestro balance y a la generación de resultados suficientes para mantener el ritmo de inversión y crecimiento».
Entre las decisiones tomadas en estos años está la de convertir parte de su red de sucursales en una red de agencias financieras –ya se cuenta con 121 en todo el país gestionadas por 85 agentes, todos ellos «personal en excedencia de Cajamar»–. Solo esta red capilar de negocio gestiona ya 1.990 millones de euros en municipios de entre 300 y 5.000 habitantes. Además, hay que sumar la disposición de seis vehículos de banco móvil con 11 agentes y 303 millones de euros de negocio.
«Todo ello nos sitúa en una posición de estabilidad y solidez a partir de la que podemos abordar con toda garantía el intenso reajuste económico, social y de negocio que está por venir», avanzaba González.
Los compromisarios –elegidos en asambleas locales y de sucursales– han aprobado de forma unánime la gestión contable del consejo rector y le han apoyado, asimismo, en la decisión de posponer cualquier reparto de dividendos a los socios hasta octubre, como ha recomendado el Banco Central Europeo como medio para contar con provisiones extra ante las contingencias que puedan derivarse de la situación de crisis sanitaria y sus derivadas económicas para el sector financiero.
Una asamblea histórica
La asamblea general de socios de Cajamar Caja Rural de este jueves, pasará a la historia como la primera que ha tenido diez sedes presenciales. Además de la Casa de las Mariposas, en el corazón de la ciudad de Almería – espacio en el que se pudo albergar a aproximadamente medio centenar de los compromisarios– Cajamar situó pequeñas sedes corporativas en Granada, Málaga, Murcia, Valencia, Castellón, Madrid, Valladolid, Baleares y Canarias espacios en los que seguir este cónclave y en los que los distintos representantes del accionariado podían ejercer su representación legal sin necesidad de moverse a centenares de kilómetros, hasta Almería, en una situación que aún reviste una importante gravedad pandémica.
Con esta dispersión social de los representantes del accionariado en el capital social de la entidad, Cajamar ha sorteado las estrictas y dificultosas condiciones existentes para la celebración de eventos de gran asistencia. A sus asambleas asisten de forma regular casi 300 personas: algo casi imposible de organizar en un único emplazamiento manteniendo rigurosamente el distanciamiento social y cumpliendo con los estrictos protocolos sanitarios.
«Esta asamblea general es sin duda especial», reconocía Baamonde Noche, ya sin mascarilla, ante el atril y a una más que prudencial distancia del resto de actores del cónclave. Cajamar repartió mascarillas corporativas de tela a la entrada. No hicieron falta. La totalidad de los asistentes venían con ellas ya pertrechadas desde sus casas.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión