Amor: 75 años de hermandad

Nazarenos con túnica color hueso con botonadura roja, ribete rojo en las mangas, con cíngulo color rojo y con antifaz de color celeste con el escudo de la cofradía bordado en el pecho. Se ha visto crecer el número de nazarenos este año en la hermandad, muy ordenados.

Se escuchan los sones de la Banda de Cornetas y Tambores de Santa Cruz, una banda almeriense que nos señala que el Señor del Amor, el crucificado de San Sebastián, se acerca.

Delante de Él, dos representaciones importantes, los Bomberos y la Policía Local que, además de ir de representación, van escoltando al Santísimo Cristo.

Y, en su paso, vemos la gran novedad de este año de la hermandad: el tallado de la parte lateral, un paso que poco a poco va tomando forma y que será una joya cuando este finalizado.

Sobre el paso, un monte de claveles rojos, con unas jarras de rosas y cardos que Juan Luis González Gallardo le ha puesto primorosamente. Y, mandando al Señor, Rafael García, junto a sus auxiliares, Francisco Javier Vitorio, Miguel José Prado, Francisco José Rodríguez y Luis Díaz. Un estilo sobrio y clásico en una hermandad que sigue trabajando día a día.

En el segundo tramo destaca el número de mantillas. Numerosas y, sobre todo, de todas las edades, desde niñas a adolescentes, jóvenes y mujeres maduras que acompañan a la Señora del Primer Dolor en su estación de penitencia; todas ellas, elegantemente vestidas y con una flor morada en el pecho .

Los niños de esta hermandad van delante de la Virgen. La guardería comienza el segundo tramo y, un detalle, las niñas en el pelo llevan un lacito celeste con el nombre de Amor en el bordado en oro, pequeñas cosas que hacen historia en las hermandades.

Ya viene la Señora, mandada por Eduardo Sánchez Pérez, que esta noche va ayudado por su hermano Blas, por Jesús Pérez, Javier Roba y Pedro Roba.

La Señora, que mira a su cielo propio de estrellas, un palio azul cielo original en Almería. En él están bordadas estrellas. La Señora del Primer Dolor lleva su propio cielo y ella, que mira hacia arriba, lo va observando todo el camino, vestida por Álvaro Abril en blanco y dorado, absolutamente preciosa.

Y detrás, la Banda de Música Santa Cecilia de Sorbas, que la acompaña desde hace muchos años y que este año les ha obsequiado con una marcha a su Señora , 'Reina y Madre de Amor'. En el centro de la ciudad, Ella, la Señora del Primer Dolor, es la Reina del Martes Santo.