Almería, única andaluza en la que bajó el número de contrataciones a personas con discapacidad en 2018

El balance de esta empresa de trabajo temporal expone que durante el año pasado se contrató un 4% menos que durante 2017, que si bien cerró con el número más alto de contrataciones de la década. Almería ha pasado de 1.506 empleos en dicho periodo a 1.452 en 2018. Un descenso que supone una rara avis en el contexto nacional y también andaluz, donde todas las provincias de esta comunidad a tenor de la estadística registran incrementos importantes, de entre el 7% y 15%. Adecco recuerda que existen dos tipos de empleadores principales, los centros especiales de empleo (CEE) y la empresa privada de carácter ordinario. En el último año esta última suscribió el 27% de los contratos por el 73% de los CEE.

Un porcentaje el de la mercantil privada que aunque exiguo también es el más alto de los últimos años en la provincia. No obstante la cifra de personas con discapacidad que fueron contratadas durante el ejercicio pasado fue la segunda más alta desde el año 2008 después de la ya citada al cierre de 2017. Aunque en 2018 se ha experimentado una desaceleración respecto al número de contratos, no hay que dejar de lado que la curva evolutiva del número de empleos para el colectivo viene creciendo casi ininterrumpidamente desde el año 2011. No obstante, según subyace de la tabla estadística elaborada por esta empresa de trabajo temporal, en Almería se ha experimentado un crecimiento del 64% en el número de contrataciones en los últimos diez años. En 2008 se contrataron a tan solo 885 personas con discapacidad, cifra muy alejada afortunadamente de la que se vienen registrando sobre todo en los últimos dos años.

Para Adecco, a pesar del avance en la contratación (en España creación de media un 6% en 2018) y analizando con detalle las cifras ofrecidas por el Servicio Público de Empleo Estatal, advierten que el incremento ha tenido lugar, fundamentalmente, en el ámbito del empleo protegido (CEE), entornos formados por un 70% de trabajadores con discapacidad, como mínimo, y diseñados para las personas con discapacidad que, en ese momento, no pueden ejercer una actividad profesional en el mercado ordinario.

Según exponen en un comunicado, a día de hoy, la legislación establece que los Centros Especiales de Empleo han de constituir, siempre que sea posible, un trampolín hacia la empresa ordinaria, aquella en la que la persona con discapacidad desempeña un puesto de trabajo en un entorno convencional, como cualquier otro ciudadano. Sin embargo, explican que en la actualidad esta modalidad se está convirtiendo en un fin en lugar de constituir un medio.

Según el director general de la Fundación Adecco, Francisco Mesonero, el reto es establecer en estos centros indicadores cuantificables de tránsito hacia el empleo ordinario. «De lo contrario, se corre el riesgo de que, en lugar de constituir una excepcionalidad temporal, se perpetúen como una opción permanente, que choque con el cumplimiento legal», avisa.

contratos a personas con discapacidad se suscribieron a lo largo del año pasado, la segunda cifra más alta de la década pero un 4% más baja que la registrada durante 2017. La provincia es la única de Andalucía que corta la buena evolución que se viene registrando desde el año 2011.