Juan Antonio González, Presidente de Coexphal

«En la campaña 23-24 se va a producir uno de los hitos más importantes en los 46 años de historia de Coexphal»

– Ha sido reelegido presidente de Coexphal por otros cuatro años, su segundo mandato. ¿Qué valoración hace del primero?

– Para mí ha sido una experiencia muy positiva y enriquecedora porque, aunque ya conocía el funcionamiento de la Asociación, ahora he podido vivir en primera persona todo el trabajo realizado en defensa de nuestros agricultores y nuestras empresas comercializadoras.

– Le han tocado vivir desde ese puesto unos años convulsos para el sector.

– Durante estos cuatro años he vivido quizás el momento más complicado que ha tenido que superar el sector y la humanidad en general, como fue la pandemia provocada por la covid. En tales circunstancias este sector demostró al mundo su fortaleza y solidaridad, manteniendo la producción y el abastecimiento a los clientes, haciendo posible el suministro de hortalizas y frutas frescas a la población española y europea. Debemos sentirnos orgullosos de ello, y poner en valor esta capacidad nuestra de superar las dificultades excepcionales e imprevistas.

Otro tema importante que tuvimos que abordar, además de las interrogantes a las que nos enfrentamos cada campaña, fue el Brexit. La salida de Reino Unido de la Unión Europea generó, en un primer momento, mucha inseguridad comercial para nuestro sector. UK es el tercer mercado para Almería y por eso las empresas de Coexphal trabajaron muy duro para mantener el volumen de exportación y rentabilidad que ningún otro mercado fue capaz de proporcionar alternativamente.

En este periodo hemos asistido a una subida exponencial de costes de producción y de envasado como consecuencia de la crisis económica que sufre Europa y el mundo, acentuada por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania que disparó la inflación. A todo este contexto se le sumó la excesiva burocracia generada por una hiperregulación legislativa que supone una elevada carga económica y burocrática para nuestras empresas y agricultores.

Esto puedo decir que es el resumen final de estos primeros cuatro años al frente de la Asociación, que cierro con el convencimiento de que trabajando unidos podemos llegar y llegamos mucho más lejos.

– ¿Qué retos ve por delante para estos cuatro años desde el punto de vista del sector?

– Los retos son muchos, y aunque hay algunos que persisten, otros se nos presentan como nuevos en cada campaña. De igual modo, en Coexphal trabajamos para poder solventar todos aquellos con la mayor celeridad posible.

Además, tenemos claro que a nivel sectorial la Asociación debe apoyar a los productores y a las empresas a mejorar sus márgenes a través de tres palancas: la innovación, no sólo en producción sino también en procesos y a lo largo de la cadena logística; la promoción y difusión de nuestro modelo productivo y bondades de nuestros productos saludables; y actuando como un auténtico lobby ante la avalancha de obligaciones que se imponen al sector y la presión que ejercen otros operadores en Bruselas y mercados en general.

–¿Y concretamente para Coexphal? ¿Qué nuevos objetivos, si es que hay alguno nuevo, se marca la organización?

Los retos que persigue Coexphal son los mismos que persigue nuestro sector productor y comercializador, ya que no se puede entender una sin el otro y viceversa. El crecimiento del sector va unido siempre al crecimiento de esta Asociación.

–Están finalizando las nuevas instalaciones. ¿Cómo va el proyecto y para cuándo terminado?

–En la campaña 2023/2024 que está ahora comenzando se va a producir uno de los hitos más importantes en los 46 años de historia de Coexphal: la apertura de las nuevas instalaciones, adicionales a las actuales. El proyecto que comenzó a ejecutarse en noviembre de 2022 ha avanzado a muy buen ritmo, de hecho, nuestro Centro de Innovación y Tecnología y con el nuestro laboratorio agroalimentario, Labcolor, ya está ofreciendo sus servicios desde nuestro nuevo edificio situado en el epicentro del poniente almeriense.

– Unas instalaciones, entiendo que más amplias, modernas y adecuadas a la dimensión y representatividad que tiene Coexphal en el sector...

– Vamos a disfrutar de 9.000 metros cuadrados más, donde se instalarán entre otras, las áreas de fitopatología, agronomía, higiene, I+D+i, formación, etc.

– ¿Cómo son?

– En la concepción del edificio ha primado la flexibilidad de los espacios para poder adaptarnos con facilidad a los cambios que nos depare el futuro. Para ello, se ha optado por una estructura de hormigón prefabricado, que salva sin pilares interiores luces de 18 metros. Esto nos permitirá distribuir con total libertad los espacios interiores. Otro recurso ha sido la utilización de la luz natural mediante la disposición de un patio central, lucernarios en cubierta y muro cortina de vidrio con protección solar de lamas.

Toda la superficie de cubierta aloja una instalación fotovoltaica para autoconsumo de unos 200 kilovatios de potencia de los que el excedente no consumido se pondrá a disposición de una comunidad energética formada por las empresas del grupo Coexphal, conformando así un sistema innovador de gestión de la energía en el edificio.

El centro está dotado de una envolvente de fachada ventilada ligera de aluminio que, junto al aislamiento y al acristalamiento solar de los huecos, minimizará las necesidades de refrigeración y calefacción con el consecuente ahorro energético.

– El año pasado vivimos la primera activación de extensión de norma para arrancar noviembre. Este año se nos ha adelantado tres semanas y ya llevamos dos: calabacín y berenjena. ¿Qué está sucediendo en este comienzo de campaña si además se supone que vamos con plantaciones 20 días más tardías?

– Como ya sabemos, ninguna campaña es igual a la siguiente y puede ser totalmente distinta a la inmediatamente anterior. En este caso, la meteorología no nos está ayudando. Las temperaturas están mucho más altas de lo normal, esto hace que la cosecha se concentre en poco tiempo.

– Llevamos dos campañas en las que aunque la rentabilidad del sector es mayor, la producción ha caído ligeramente (la última fue de incremento pero por sandía y melón). Después de varias campañas de continuos incrementos, ¿marcan los últimos datos que Almería ha alcanzado su techo en producción?

–Lo que está claro es que cada vez cuesta más sacar una campaña adelante en determinados cultivos. No diría todavía que Almería está llegando a su límite de forma genérica. Buena parte de los descensos de producción han venido de circunstancia ajenas: menos productividades por plagas a lo que se une menos opciones para poder luchar contra ellas. Las limitaciones hídricas tampoco ayudan.

–Es imposible no hablar de terceros países. ¿Cómo prevé la competencia para esta campaña, con Marruecos con más agua y diversificando cultivos y Turquía creciendo exponencialmente en exportación? Mientras Europa parece recobrar el pulso de sus producciones... ¿Qué es en este sentido lo que más le preocupa?

– Me preocupa que se sustituya la calidad por la cantidad con el objetivo de que contener los precios al consumidor. En este sentido hay que hacerse un hueco donde nuestro consumidor sí esté dispuesto a pagar por un producto de calidad y sabor. Nosotros debemos seguir nuestro camino. Poco podemos hacer con respecto a la competencia, excepto denunciar que nos dejen competir en igualdad de condiciones.

– Relevo generacional. Hay quien dice que el agro lo tiene garantizado y quien mira el tema con preocupación. ¿Cómo lo ve usted y cómo enfrentan este tema desde Coexphal?

– Los jóvenes cooperativistas (de 40 años hacia abajo) representaban en 2021 un 10,2% de su base social, según los datos del Observatorio socioeconómico del Cooperativismo Agroalimentario Español (OSCAE) 2022. En el caso andaluz, el porcentaje se eleva unos puntos hasta el 12,12%, según la memoria 2022 de Cooperativas Agro-Alimentarias de Andalucía.

El relevo es un reto vital, porque las cooperativas sin personas, sin socios y socias, deja de tener sentido. Para mí es importante hacer atractivas las cooperativas y la profesión de agricultor para los más jóvenes. Debemos centrarnos en mostrar a la sociedad cómo las cooperativas agroalimentarias son una buena opción para obtener calidad de vida para muchos jóvenes agricultores.

Quizás no le hemos prestado la atención que mereciera y ahora tenemos que centrarnos en mejorar esta percepción, en cómo perciben los nuevos productores y la sociedad la actividad, pero también el cooperativismo y el papel clave que ha jugado en el desarrollo de nuestro sector productor. En nuestra provincia tenemos un claro ejemplo, ya que gracias al cooperativismo agrario Almería se ha convertido hoy en un motor de creación de empleo y de sostenibilidad económica, social y medioambiental.

En nuestro caso el relevo, además, es imprescindible y creemos que es necesario para atraer a jóvenes profesionales que formen parte del proyecto cooperativo y que apuesten por compartir su talento a cambio, no solo del mejor sueldo posible, sino también de un modo de vida atractivo y sostenible en nuestro entorno.

– ¿Cuántas empresas son las que agrupa ya Coexphal? ¿Sigue creciendo?

– Coexphal es la Asociación de Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas de la provincia de Almería, aunque tiene ámbito nacional. Se encuentra formada en la actualidad por 102 empresas productoras y comercializadoras de frutas y hortalizas y 38 empresas del sector ornamental, contando con una representatividad a nivel provincial del 70% en exportación, el 65% en producción hortofrutícola y un 78% en producción ornamental. En la campaña 2022/2023 los asociados han comercializado un volumen total de 2.543.597 toneladas, de las que 1.352.108 toneladas han sido destinadas a la exportación. La totalidad de la comercialización procede de casi 11.000 agricultores que cultivan en 33.200 hectáreas, de las que 24.900 son invernadas. Dichos horticultores dan trabajo a más de 60.000 personas que proceden de más de 150 nacionalidades diferentes, entre los que se encuentran trabajadores de difícil inserción laboral (mujeres, trabajadores sin formación, inmigrantes, personas mayores de 45 años y discapacitados).

– ¿Podemos decir sin miedo a equivocarnos que Almería es el centro neurálgico del cooperativismo mundial en el sector agroalimentario?

–Almería es uno de los puntos clave del movimiento cooperativo a nivel internacional. En la actualidad más del 12 % de la población mundial es cooperativista de alguna de los 3 millones de cooperativas del planeta que generan unos ingresos de aproximadamente 2,14 billones de dólares, al mismo tiempo que suministran los servicios y las infraestructuras que la sociedad necesita para prosperar, como indica la Alianza Cooperativa Internacional. En nuestra provincia, asociadas a Cooperativas Agro-alimentarias de Almería, hay un total de 65 cooperativas agroalimentarias de diferentes sectores, tales como frutas y hortalizas (que es el mayoritario), suministros, ovino y caprino; y vitivinícola; con una facturación de 2.899.119.739 euros.

– ¿Cuáles son los retos para nuestro cooperativo en un momento que se habla tanto de gobernanza?

– En la última asamblea de Cooperativas Agro-alimentarias de Almería se definieron unas líneas de actuación que están centradas en seguir ayudando a nuestras cooperativas para que aprovechen al máximo el sistema específico de ayudas de la UE a las frutas y hortalizas, es decir, en OPFH y Programas Operativos y en los instrumentos horizontales de la PAC.

En materia comercial y de exportaciones seguiremos denunciando las importaciones descontroladas tanto en volúmenes como en métodos de producción diferentes a los aprobados por Europa. Insistir en agilizar los protocolos de exportación a nuevos países; insistir en la reciprocidad a la que me refería antes y en las cláusulas espejo en los acuerdos comerciales; mantener informadas a las autoridades y al propio sector sobre el impacto de la situación geopolítica (Brexit, la guerra en Ucrania, inflación, etc.); seguimiento de los mercados y cooperativismo (aforos, estimaciones cosecha...).

– Hablemos de formación, un pilar fundamental para el futuro del sector. Se dice que estamos en un sector que en Almería cada vez está más profesionalizado, ¿qué nos falta en este sentido?

– La mayoría de la población dedicada a la agricultura, un 81%, tiene algún tipo de formación oficial reglada finalizada, incrementándose en cada campaña los niveles educativos superiores, que ya constituyen más de un 15% (formación universitaria o bachillerato). Este mayor nivel educativo en el sector agrícola almeriense se debe a una incorporación más tardía al trabajo de la explotación por dedicarse a su formación en su juventud, unido a las dificultades de inserción laboral de determinados segmentos de la población que han visto una alternativa de empleo en la agricultura. Además, para ciertas actividades agrícolas existe una cualificación específica y obligatoria, como la figura del Ingeniero Agrónomo.

Las personas que trabajan en el campo almeriense demandan una oferta formativa especializada en tres grandes áreas: mejora en sistemas de producción; mejora en sistemas de gestión; y mejora en sistemas de comercialización. Los motivos principales de esta demanda se entienden por el dinamismo del sector con la ampliación del mercado y el aumento de la competencia, los cambios tecnológicos y de producción. Además, pone de manifiesto el carácter innovador de los agricultores y su receptividad a la hora de seguir aprendiendo y perfeccionando sus habilidades.

– Finalizarán estos cuatro años nuevos de presidencia con un momento clave para Coexphal como será su 50 aniversario. Será un momento bonito para vivirlo desde la presidencia, imagino...

– Por supuesto que será un hito muy importante y un momento muy especial para mí como presidente, pero también para todos y cada uno de los trabajadores y trabajadoras de Coexphal, y para los agricultores y empresas de comercialización que pertenecen a esta gran familia. Cumplir cinco décadas contribuyendo al desarrollo y al crecimiento de un sector tan importante como el hortofrutícola es sin duda un orgullo para todos los que en algún momento han formado parte de esta Asociación.

– ¿Qué ha supuesto Coexphal para el sector en todos estos años?

– Coexphal está en la génesis de este sector y lo ha acompañado tanto en los buenos como en los malos momentos, ofreciendo las soluciones necesarias y llamando a la puerta de todas las instituciones en el momento preciso. Todo el trabajo que se ha venido desarrollando desde Coexphal ha ido consolidando la reputación de la horticultura almeriense ante los mercados, ante nuestros clientes y ante las instituciones públicas. Sin duda, para el futuro del sector es necesario contar con las políticas adecuadas, pero más importante todavía será contar con las estrategias y decisiones adecuadas que dependen de nosotros mismos.

– ¿Son ocho años el tope o no cierra la puerta a seguir como presidente de Coexphal?

– Nunca se sabe. Es muy pronto para decirlo y además quedan cuatro trepidantes años por delante con muchos temas que abordar.