Ana Hernández Buendía. IDEAL

La barra libre de terceros países amenaza al agro almeriense

El Gobierno intenta que la UE aplique cláusulas espejo para que todos cumplan las mismas reglas; el problema añadido son los cupos de entrada, cada vez mayores

M. B. B.

Sábado, 17 de febrero 2024, 22:31

En mitad de las protestas de los agricultores galos, que saquearon camiones españoles, la exministra socialista francesa Ségolène Royal caldeó más el ambiente al atacar ... algunos productos ecológicos españoles como el tomate, que calificó de «incomibles». Recibió respuesta de representantes políticos y de las organizaciones agrarias, pero su andanada ha puesto el foco en la competencia interna en la UE y en la entrada de productos de terceros países. El Gobierno español quiere que la UE aplique las cláusulas espejo para que las producciones de otros países cumplan las mismas normas y requisitos de seguridad alimentaria que las de los países miembros. Es una de las principales reivindicaciones del campo español, harto de la competencia desleal y de las facilidades que ofrece Bruselas a producciones externas.

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El ataque de Ségolène Royal tiene parte de su explicación en que la mitad de las empresas de tomate de Marruecos son francesas o están controladas por estas. Es el doble juego en la UE, donde priman los intereses locales; en este caso, el chovinismo francés. Desde Almería, algunos actores ponen el foco en cómo los agricultores franceses no se enfadan con los productos marroquíes, sino con los españoles e italianos, pese a pertenecer a la UE.

Los supermercados europeos exigen los mismos requisitos a los productos de terceros países, en lo que respeta al uso de fitosanitarios y a los límites máximos de residuos en los alimentos. Sin embargo, desde las organizaciones agrarias apuntan a una «falta de control» de los contingentes y los calendarios, por lo que Marruecos y otros países meten enEuropa todo lo que pueden y sin pagar aranceles. «¿Cómo es posible que siga entrando más tomate marroquí después de que el Reino Unido se saliera de la UE?», se preguntan.

Merced al Acuerdo de Asociación, hay un ascenso imparable del tomate de Marruecos en la UE: 557.000 toneladas entraron en el año 2022, sobre las 338.000 de un decenio anterior. Los grandes actores del campo almeriense piden controlar los contingentes, sobre todo porque un tomate marroquí es más barato debido a la legislación alauí y a bajos costes de producción.

Ventajas y bajos costes

Ana Hernández Buendía, directora de I+D+i del Grupo Hortofrutícola Paloma –que cultiva en Almería y Murcia–, abunda en la misma línea: la mano de obra es muy barata en Marruecos, frente a los costes disparados en España. Añade que tienen el agua subvencionada y tampoco aplican normativas verdes europeas que sí se exigen aquí. Asimismo, incide en que no existe control sobre la entrada de tomate en Europa.

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Sostiene que los requisitos aplicados a terceros países no son los mismos, donde se usan pesticidas prohibidos en la agricultura europea. Pone énfasis en que estos competidores tienen que cumplir los límites máximos de residuos que marca la legislación comunitaria. Son continuas las alertas de las autoridades europeas por el exceso de pesticidas en productos muy diversos de terceros países, desde la aceituna al pimiento y el melón. Considera «engañoso» que la Comisión retire el plan para reducir a la mitad el uso de los pesticidas, otra de la principales exigencias de los agricultores. A su juicio, la medida debe ir acompañada del uso de nuevos fitosanitarios.

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