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El presidente popular, Amat, expone su candidatura para dirigir el Partido Popular durante los próximos cuatro años.
Amat, reelegido al frente del PP

Amat, reelegido al frente del PP

El alcalde roquetero obtiene el 98,9% de los votos de los compromisarios

MIGUEL CÁRCELES

Sábado, 20 de mayo 2017, 03:36

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Gabriel Amat Ayllón (La Rábita, Granada, 1944) tiene el beneplácito prácticamente unánime de su partido para llevar el timón organización conservadora durante cuatro años más. Después más de una década como presidente del principal partido de Almería, el 13 Congreso del PP almeriense avaló su gestión, prácticamente incontestada, con un 98,9% de los votos de los compromisarios. Apenas unos testimoniales 33 votos nulos y 6 en blanco difirieron del amplísimo apoyo a un nuevo mandato de Amat: el hombre que ha asentado el PP como el partido más votado de forma reiterada durante la última década y que ha cerrado las heridas de dos escisiones dramáticas, las de GIAL y el PAL.

El cónclave de ayer de los populares almerienses, celebrado en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Aguadulce, en Roquetas de Mar, fue la escenificación de un cierre de filas prieto, absoluto, en torno a la figura de Amat. Único candidato a la presidencia del partido, impuso su tesis de que cuando algo funciona es mejor no cambiar. No sólo porque el PP de Almería continúe con el mismo presidente cuatro años más, sino porque además mantuvo prácticamente intacto a su comité de dirección -el principal órgano ejecutivo colegiado entre congresos-.

La única salvedad de calado fue el relevo de la hasta ahora número tres de la formación popular, Eloísa Cabrera -teniente de alcalde de Roquetas de Mar-. De la vicesecretaría de organización, la 'fontanería' del partido, ha sido movida a la sectorial de infraestructuras. Su lugar lo ocupa otro de los 'barones' del entorno del presidente popular en el gobierno de la Diputación Provincial, el ejidense Ángel Escobar, vicepresidente de la institución supramunicipal.

Amat reivindicó como misión determinante de su futuro mandato la consecución del cambio político en el Gobierno de Andalucía, de los pocos grandes ejecutivos de España que aún no han ostentado los conservadores. «Misión» y «compromiso» que centró gran parte del discurso con el que desgranó el proyecto político pretendido para los próximos cuatro años. «Hay voceros que quieren que nos vayamos y nos jubilemos, ya llegará el momento, pero me gustaría irme con la gran satisfacción de haber cumplido una misión importante, que es haber puesto al presidente del PP-A como presidente de todos los andaluces», aseveró vehemente frente a Juanma Moreno, presidente del PP andaluz, que cerró la reunión de los populares.

Amat se comprometió, junto con su nuevo comité de dirección, a «trabajar, trabajar y trabajar» y ante los 743 compromisarios conservadores de toda la provincia de Almería insistió: «Mañana iniciamos un día nuevo con una forma de trabajo y un esfuerzo que no tiene más objetivo que llevar a Juanma Moreno a la presidencia de la Junta».

La lectura de los resultados del cónclave vino precedida de un vídeo en el que familiares y amigos de Amat mostraban la cara menos conocida del político, alcalde de Roquetas de Mar desde el año 1995. Y entre los bloques en los que se dividió el congreso se emitieron vídeos en los que las diferentes juntas locales del Partido Popular en la provincia mostraban su apuesta por la continuidad del roquetero al frente de la formación. Elementos estéticos que venían a redundar en el cierre de filas, en la imagen de unidad interna del partido y de liderazgo orgánico férreo por parte de Amat.

El de ayer en Almería fue un congreso provincial precocinado. Sin grandes dudas ya a priori -salvo los puntuales cambios que pudieran darse en la dirección popular por parte del ya presidente provincial del PP- se limitó a certificar que el proyecto de Amat no tiene a día de hoy una alternativa que le plante cara. Más bien al contrario, sus compañeros de partido compartieron la lectura de un PP unido gracias a un Amat que ha conseguido suturar brechas abiertas y que ha aupado a la formación centroderechista a los mejores resultados electorales de la historia en la provincia de Almería.

Además, también le arroparon hombres fuertes del entorno del presidente nacional -como el líder del PP catalán, Xavier García Albiol; o el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido-. Ambos defendieron la tarea de un Amat que se ha demostrado, según su diagnóstico, como la mejor medicina electoral del partido en toda Andalucía.

Medicina que ahora espera Juanma Moreno, encargado ayer de clausurar el congreso provincial de Almería. Junto a los de Málaga, Granada y Cádiz, el almeriense ha sido el cónclave que menos preocupaciones ha despertado en la sede regional del PP en la calle San Fernando de Sevilla. Aquí, con Amat de candidato, la mar interna estaría calma. Moreno agradeció a Amat el haber situado como reto de lo que podría ser su último mandato al frente del partido -tiene 73 años- el llevar a la formación conservadora hasta los despachos de San Telmo, sede de la Presidencia de la Junta de Andalucía. Y reclamó esa «actitud», la de situar «el sueño» autonómico «a la palma de la mano» como algo a exportar al resto de Andalucía. «Tenemos un objetivo. Y tenemos un gran equipo con el que vais a trabajar para intentar conseguir gobernar en Andalucía», argumentó Moreno.

El presidente del PP andaluz afeó asimismo -en comparación con el congreso pacífico almeriense- las enconadas primarias socialistas. Pero muy especialmente el que Susana Díaz, presidenta del Gobierno andaluz y candidata a la secretaría general del PSOE federal, «no pise San Telmo ni para fichar».

Plan hidrológico

El PP situó en el disparadero del congreso dos de los problemas de Almería: el tren y el agua. Y sobre el segundo, el agua -de la que Moreno dijo que pese a no tenerla la provincia ha conseguido gracias al «talento, el orgullo y la inteligencia de los almerienses» crecer y recuperar la «práctica totalidad del empleo destruido durante la crisis»- reiteró la desazón por la derogación del plan hidrológico nacional. «Todos apostábamos por el plan hidrológico nacional y por el Trasvase del Ebro; sin embargo, hoy en Almería tenemos casi 3.000 hectáreas que se están secando si no llevan cubas de agua y hay muchas familias que están preocupadas porque van a perder la cosecha por falta de agua, y la culpa de esto es del Gobierno de la Junta y del Gobierno de España cuando era presidente Rodríguez Zapatero», apuntó, por su parte, Amat. «No me cansaré de repetirlo», apostilló.

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