Una veintena de ayuntamientos se suma a la Mesa del Tren, que ya supera el centenar de apoyos

El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, les esquinó en su agenda el pasado mes, cuando acudió a Almería a dar cuenta de la reprogramación financiera del AVE que obligará a paralizar dos años más las obras entre Almería y Murcia. Se reunió con el alcalde de la capital, Ramón Fernández-Pacheco (PP); con el presidente de la Diputación, Gabriel Amat (PP); ofreció una rueda de prensa y después mantuvo encuentros privados. Sin embargo, no hubo hueco para explicarle sus planes a la Mesa en Defensa del Ferrocarril de Almería, una plataforma que entonces contaba con más de medio centenar de actores sociales, empresariales, sindicales, profesionales y políticos -incluso el PP, que es miembro- y que se ha demostrado como la más activa herramienta para la reclamación de unas infraestructuras ferroviarias «dignas».

Sin embargo, y pese a que se silenciara su voz en esa jornada, su capacidad de influencia sigue creciendo. Hasta el punto de que la lista de adhesiones a la plataforma no hace otra cosa más que incrementarse.

Según trasladaron fuentes de la Comisión Permanente de la Mesa del Tren, el número de organizaciones que se han adherido oficialmente a la plataforma y que, por lo tanto, secundan las exigencias de mejora en las comunicaciones ferroviarias, hasta ahora limitadas a menos de setenta kilómetros de vías con un trazado prácticamente idéntico al de su inauguración, en 1895, hace 122 años, supera ya el centenar.

Pero además, en la nueva hornada de adhesiones -desde la visita del ministro se ha pasado de poco más de 50 a superar el hito de 100 miembros- hay incluso una veintena de gobiernos locales de todos los colores políticos. Entre los nuevos miembros de la Mesa del Tren están, por ejemplo, Gérgal (PP), Níjar (PSOE), Padules (PSOE), Pulpí (PP), Íllar (PP), Alcolea (IU), Rioja (IU), Rágol (PP), Los Gallardos (PSOE), Huércal de Almería (PP) o Lucainena de las Torres (PP). Un multicolor que viene a desterrar la tentación de quien quiera ver en esta plataforma una reivindicación partidista.

«Lo cierto es que desde que vino el ministro ha habido una fuerte adhesión social a la Mesa del Ferrocarril. Nos quisieron acallar y han conseguido justamente lo contrario. Además, se han sumado ayuntamientos de todos los colores políticos», defendía ayer José Carlos Tejada, portavoz y coordinador de la plataforma ferroviaria en la provincia de Almería.

Además de los ya mencionados, también han mostrado su adhesión abiertamente los ayuntamientos de Olula de Castro (PSOE), Las Tres Villas (PSOE), Abla (PSOE), Purchena (PSOE), Suflí (PP), Velefique (IU), Cuevas del Almanzora (PSOE) y Sierro (PP). «Y vamos a seguir creciendo, porque muchos ayuntamientos ya han previsto unirse», agregó.

Otros ayuntamientos, como el de Almería, aprobaron una moción en la que asumían como propias las reivindicaciones de la Mesa. De hecho, la moción se convirtió en institucional después de que los cuatro grupos con presencia en el Consistorio (PP, PSOE, C's e IU) pactaran un texto que fue asumido por la totalidad del plenario. Sin embargo, no se incluía en él la adhesión explícita a la plataforma. El PSOE estudia someter este particular en las futuras sesiones plenarias de la Corporación local almeriense.

Cabe recordar que la Mesa en Defensa del Ferrocarril de Almería ya ha convocado para finales de este mes y para el próximo algunas movilizaciones para reivindicar, durante el debate del proyecto de presupuestos, unas cuentas públicas que incorporen partidas tanto para el AVE (apenas se prevén 8 millones para re-redactar los proyectos culminados y adaptarlos a vía única) como para el ferrocarril convencional (actualmente sin partidas de mejora).

«Bochornoso»

Por otra parte, la Mesa del Ferrocarril lamentó ayer el «bochornoso» espectáculo al que ha dado lugar a su juicio el Ministerio de Fomento «paralizando durante cinco años las obras del AVE en la provincia y condenando a Almería al aislamiento», una situación «que ha obligado a los empresarios valencianos que promueven una campaña en favor del Corredor Mediterráneo a tener que llegar a la provincia en avión al no existir alternativas ferroviarias aceptables». Hacer el viaje desde Murcia a Almería en tren supondría 9 horas y 8 minutos, haciendo 732 kilómetros, pasando por 6 provincias, cuando en realidad con el Corredor Mediterráneo sólo hay 199 kilómetros, que en AVE se harían en apenas una hora.

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