Prisión para el pastor acusado de matar a una almeriense y a su pareja

El sospechoso llegó al juzgado de Caravaca a última hora de la mañana. Allí lo esperaban numerosos familiares y amigos, que siguieron desde la puerta los detalles de la puesta a disposición judicial. El presunto homicida, carpintero de profesión, llevaba en el cuartel de la Guardia Civil desde el sábado por la noche, cuando fue arrestado en la zona de Ciudad Jardín de la localidad murciana, donde se encontraba ayudando a un familiar en un puesto de comida ambulante.

La Guardia Civil apenas tardó unas horas en poner rostro al presunto autor de la muerte a tiros del pastor José Navarrete, de 52 años, y de su novia, Encarna T., de 57 años y natural de la localidad almeriense de Vélez Rubio. Según informaron fuentes ligadas a la investigación, el fallecido mantenía desde hacía semanas un enfrentamiento con Juan A. que ya era vox populi.

Dinero en un saco

Al parecer, las rencillas entre ambos guardaban relación, tal y como ya avanzó IDEAL, con una venta de ganado que el pastor había realizado en las últimas semanas y con un dinero de ese negocio -unos 2.000 euros- que, al parecer, José Navarrete guardaba en un saco y que había desaparecido de su finca. Un supuesto robo del que culpaba a Juan A., con el que, al parecer, mantenía una relación y que acudía regularmente a su casa. Según informaron fuentes cercanas al caso, el enfrentamiento entre ambos había llegado al extremo de que, hace unos diez días, se cruzasen denuncias antes la Guardia Civil por supuestas amenazas.

Cabe recordar que Encarnación T. M. era natural de Vélez-Rubio y llevaba «poco tiempo» viviendo en la localidad murciana junto a su pareja. Tal y como adelantó ayer IDEAL, la mujer fue condenada a seis años de prisión por matar con una escopeta de caza en diciembre de 2005 a su esposo, Antonio L. G. y de 50 años, a quien enterró en una zanja que el matrimonio usaba para sepultar a los animales que fallecían en la instalación porcina que tenían en un cortijo situado en el paraje de «Los Guiraos».

Encarnación T. M., con dos hijas y un hijo mayores de edad, fue despedida el pasado lunes en Vélez-Rubio y la familia solicitó ayer permiso a la juez instructora para incinerar sus restos mortales.