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Un fuerte temblor hace recordar que Almería es una zona sísmica

Un fuerte temblor hace recordar que Almería es una zona sísmica

Un seísmo de 6,3 grados en la escala Richter, con epicentro en el mar de Alborán, despierta a miles de almerienses

Fran Gavilán

Martes, 26 de enero 2016, 01:37

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Muchos almerienses se despertaron ayer con la tierra temblando bajo sus pies. Un terremoto de 6,3 grados en la escala Richter, con epicentro en el mar de Alborán, entre Alhucemas y Melilla, se dejó sentir con fuerza a las 5.22 horas de la madrugada. A esa hora, muchos almerienses se levantaron de la cama sobresaltados por un movimiento que también se notó en el resto de Andalucía, especialmente en la costa malagueña, aunque la totalidad de daños materiales se registró en Melilla, donde la caída de cascotes de edificios gravemente afectados por el seísmo fue la tónica común.

No obstante, el susto no se quedó en la madrugada ya que, según informó el Instituto Geográfico Nacional, a lo largo del día y hasta las 18.00 horas de ayer se registraron más de 60 réplicas. La última de estos grandes temblores, de 4,4 grados tuvo lugar a las 15.52 horas y fue sentida por la población de Melilla y varias núcleos costeros de Málaga

Las dos réplicas de mayor magnitud tuvieron lugar a las 6.54 y a las 7.10 horas, ambas fueron de 4,6 y se sintieron principalmente en Melilla y, con menos intensidad, en la costa de Málaga y Almería.

Algunos almerienses sí notaron esta última réplica cuando se dirigían a su trabajo o comenzaban a desplazarse. «He visto como todas las lámparas de mi casa comenzaban a balancearse. En un principio pensé que se trataba de un camión de gran tonelaje que había pasado junto a mi casa, pero me di cuenta de que el temblor venía de la tierra». Así lo indicó a este periódico Luisa Fernández, una vecina de la capital que fue testigo del primer temblor -acontecido de madrugada- y no volvió «a pegar ojo» en toda la noche.

Al igual que esta vecina de la capital, muchos almerienses no volvieron a la cama tras sentir el seísmo. No obstante, en esta ocasión el terremoto sólo generó cierto nerviosismo entre la población, ya que no causó ni daños materiales ni personales en el territorio almeriense.

De hecho, sólo una veintena de residentes en la provincia de Almería llamaron al Servicio de Emergencias del 112 tras la primera réplica del temblor. Algo que también hicieron en ciudades como Granada, Málaga o Sevilla.

Actividad sísmica

Pese a la levedad de este nuevo temblor, muchos almerienses volvieron a recordar ayer que sus viviendas están situadas sobre una de las zonas de la península con mayor actividad sísmica junto con las vecinas (Granada, Murcia y Alicante) por la cercanía con el límite entre la placa africana y la plaza euroasiática.

«Este nuevo temblor me hizo recordar al que ocurrió a principios de los noventa en todo el Poniente», indicó a este periódico Eladio González, un vecino de la El Ejido que hizo mención al seísmo con intensidad 5 que azotó Berja el 28 de diciembre de 1993 y se dejó sentir en el resto de localidades de la comarca.

Según aparece en las cifras publicadas por el Instituto Geográfico Nacional, un total de nueve grandes seísmos -con un arco de intensidad de 3,6 a 6,3 grados- se han dejado sentir en la provincia de Almería durante los últimos doce meses.

Y en todos y cada uno de ellos aparece el epicentro en el Mar de Alborán. Tal y como indicaron ayer desde el grupo de Geofísica Aplicada de la Universidad de Almería (UAL), el mar de Alborán «es la zona con mayor actividad sísmica dentro de la Península Ibérica».

El investigador del grupo, Manuel Navarro, señaló que tras un terremoto como el vivido ayer «suelen darse réplicas». «Hasta ahora no hay una relación unívoca en la cual cada vez que haya una causa, de un efecto directo de un terremoto con la suficiente precisión espacio-temporal como para tomar medidas antes del terremoto», indicó.

El grupo de investigación al que pertenece este profesor trabaja en la detección precoz de los movimientos sísmicos en coordinación con el Instituto Andaluz de Geofísica. Desde la UAL cuentan con una red sísmica propia que está desplegada en Almería, Roquetas de Mar, El Ejido, Almerimar y Adra.

Ante un seísmo, el investigador recomendó permanecer en casa y «meterse debajo de una mesa para protegerse de la caída de objetos», para salir a la calle cuando éste termine. Una vez fuera, hay que alejarse de los edificios y si hay un plan de emergencia municipal de evacuación, dirigirse a los puntos de encuentro.

Navarro recomendó, asimismo, en las zonas como Almería en la que hay una gran actividad sísmica «fijar estanterías y objetos susceptibles de caer, tener un pequeño botiquín preparado o una radio con pilas porque las líneas telefónicas se saturan con los terremotos».

No obstante, la probabilidad de que se produzca un nuevo terremoto de la misma intensidad en Alhucemas (Marruecos) es «baja», aunque «no se puede descartar», ya que «no hay riesgo nulo» en sismología. Así lo indicaron ayer desde el Instituto Geológico Nacional.

El portavoz de la Red Sísmica Nacional, José Manuel Martínez Solares, explicó ayer que el nuevo temblor se debe a la convergencia entre la placa euroasiática y la placa africana porque «África y Europa se están acercando a razón de un milímetro al año». Martínez Solares apuntó que no es una velocidad muy elevada, ya que, por ejemplo, Chile y el Pacífico «se juntan» diez centímetros cada año.

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