«La prostitución se ha movido de forma masiva a pisos particulares»

Para tal afirmación tan sólo hay que fijarse en el apartado de anuncios eróticos de cualquier página web que opere en la provincia. Es fácil encontrar más de 500 anuncios de servicios sexuales con un denominador común: la práctica totalidad se ofrece en pisos, casas y chalés particulares de la capital. A la hora de llevar a cabo una operación contra la explotación sexual, «no es lo mismo establecer un control policial en un club de forma periódica, que solicitar una orden judicial para poder acceder a un piso en particular que, en muchas ocasiones, no se conceden o no llegan a tiempo».

Si bien, el agente aclara que «no todas las mujeres que ejercen la prostitución son víctimas de la explotación sexual». No obstante, la prostitución ejercida voluntariamente también resulta conflictiva en algunos aspectos.

Por ejemplo, uno de fenómenos que ha traído consigo el repunte de estos pisos donde se ejerce la prostitución son las «constantes protestas vecinales». La Ucrif señala que las quejas en la capital vienen principalmente de barrios como El Zapillo, Los Ángeles o Oliveros, «especialmente en la zona sur de Artés de Arcos».

En la mayoría de ocasiones los conflictos surgen porque los «clientes de este tipo de servicios se confunden al llamar a los porteros o entran en estado de embriaguez», destaca un inspector de la Ucrif, quien señala que «a nadie le gusta encontrarse a un extraño en el portal de su edificio». «Y más cuando esas personas vienen demandando servicios sexuales». Son raros los ciudadanos que conviven tranquilamente pared con pared con un piso en el que se ejerce la prostitución. «En algunos casos la discreción es tal que no hay ningún tipo de problema», señalan desde la Ucrif.

Mujeres nacionales

Junto al aumento de pisos donde se ejerce la prostitución, otro de los aspectos que se ha registrado exponencialmente en estos últimos años es el aumento de mujeres de nacionalidad española que ejercen la prostitución.

«Ha habido un repunte de mujeres nacionales que ejercen la prostitución, principalmente en pisos», señala el inspector de la Ucrif, quien indica que esta realidad «está estrechamente relacionada con la crisis económica». La falta de recursos económicos también ha afectado directamente a las mujeres extranjeras que se ven obligadas a ejercer la prostitución para poder sobrevivir.

Un reciente estudio de la Unión Europea ha puesto de manifiesto que el 25% de los españoles ha requerido en alguna ocasión los servicios de una prostituta, y la mayor parte de estos clientes tenía edades comprendidas entre los 30 y 55 años, y de forma mayoritaria estaban casados o tenían pareja. Más de la mitad, con hijos.