José Bru y su mujer, Puri, piden justicia por el asesinato de su hijo en 2008.

«Mi mujer y yo estamos destrozados tras esperar tantos años a que se haga justicia»

El juicio contra los acusados de matar de un disparo y quemar a José Ángel Bru en 2008 en Gérgal arranca esta mañana en la Audiencia

Fran Gavilán

Martes, 3 de noviembre 2015, 01:20

El pasado 17 de julio se cumplieron siete años desde que el cuerpo sin vida de José Ángel Bru, de 33 años e hijo del ... matrimonio formado por José y Puri, fue hallado por la Guardia Civil junto a una vía de servicio de la A-92, a la altura de Gérgal, en el interior de su coche, completamente calcinado y con un impacto de bala en el tórax.

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Siete años y tres meses después de aquel fatídico hecho, los padres de joven fallecido, José y Puri, se verán las caras con los supuestos asesinos de su hijo. «Mi mujer y yo estamos destrozados después de tanto tiempo esperando a que se haga justicia», cuenta a este periódico José Bru, quien reconoce que, por otro lado, «hay cierta satisfacción al saber que por fin serán juzgados».

Los nueve acusados de acabar con la vida del joven José Ángel Bru, cuyo padre recuerda que permanecen «en libertad» debido al largo tiempo de instrucción, declararán durante la primera vista del juicio por el llamado 'Gérgal'. Cabe recordar que el Ministerio Fiscal va a solicitar penas que suman 120 años de prisión para los supuestos responsables del secuestro y posterior asesinato del joven. El escrito del fiscal apunta a que fue presuntamente secuestrado y asesinado por integrantes de 'Los Culebros' y dos de sus colaboradores ante la sospecha de que podría ser el autor del robo de un alijo de hachís propiedad del clan.

En concreto, será el tribunal de la Sección Segunda será el encargado de enjuiciar, procesados como autores materiales del crimen, a tres hermanos -J. A. S. L.; R. S. L.; J. M. S. L.-, a su tío, J. B. L. L., así como al colaborador L. G. S. Por el delito de detención ilegal, aunque no por el de asesinato, se va a sentar en el banquillo también O. J.

A los padres, el matrimonio formado por R. S. C. y P. L. L., el Ministerio Público les imputa, al igual que a uno de sus hijos, en concreto J. M. S. L., delitos contra la salud pública y de tenencia de explosivos ya que, en el registro por orden judicial del domicilio familiar, los agentes de la Guardia Civil encontraron casi 2,5 kilos de hachís, y siete detonadores pirotécnicos.

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Según la investigación de la Guardia Civil, el joven de 33 años murió durante un ajuste de cuentas por la desaparición de un alijo de hachís. Estos hechos, que la familia niega ya que nunca se encontró droga y Bru no fue imputado, se reflejan en los informes de la Benemérita, que indican que entre los meses de marzo y junio de 2008, el clan de 'Los Culebros» alijó una importante cantidad de hachís', siendo robada una parte del mismo «una vez que se encontraba ya en la península».

Según remarca el escrito fiscal, los cinco supuestos autores materiales del crimen, ante «las sospechas de que el hachís desaparecido podía encontrarse en manos de Bru, «procedieron a esperarle en las inmediaciones de su domicilio, sorprendiéndolo a primeras horas de la tarde».

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Trasladado a un cortijo

El Ministerio Público resalta que el joven «fue detenido por los procesados» y trasladado junto a su coche a un cortijo propiedad de 'Los Culebros' en la pedanía nijareña de San Isidro, «lugar donde lo tuvieron privado de libertad y en contra de su voluntad hasta las primeras horas de la madrugada del día siguiente, sin conseguir, pese al empleo de violencia, que dijera donde se encontraba la sustancia sustraída, razón por la cual los procesados J. L. L., J. S. L., R. S. L., J. S. L. y L. G. S. decidieron acabar con su vida», añade el escrito de calificación.

La fiscalía indica que los procesados, «con la intención de llevar a la práctica su trágica decisión», introdujeron a José Ángel Bru en «el asiento trasero de su vehículo y efectuaron un disparo al corazón con un arma de fuego, que determinó su fallecimiento». A continuación, resalta el fiscal, «abandonaron el vehículo con el cadáver dentro en una vía de servicio de la carretera A-92, a la altura del kilómetro 368, si bien le prendieron fuego para borrar cualquier huella de su participación en tan vil acción».

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