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Parte trasera de la Estación del Ferrocarril de Almería, muy deteriorada, ahora visible a pie de calle.
La caída del muro del ferrocarril deja al descubierto el abandono de la Estación

La caída del muro del ferrocarril deja al descubierto el abandono de la Estación

Detalles férreos oxidados, cableado por la fachada sin enlucir y suciedad en el frontal y en la vidriera central, entre lo que se ve a simple vista desde el sur

Miguel Cárceles

Jueves, 11 de septiembre 2014, 02:23

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Lo decía el propio alcalde de Almería, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador (PP), este martes: la caída del muro de la Renfe ha permitido visualizar una Almería hasta ahora oculta. «Una visión de lo que no parecía Almería», aseveró ante la prensa. Sin embargo, el desplome de ese telón tras décadas de circundar los caminos de hierro de la estación permite además observar aquella parte de Almería de la que apenas se acuerda nadie. El derribo de los muros de la Renfe ha dejado al descubierto, al completo, la fachada trasera de la antigua Estación de Tren, una parte de la edificación apenas visible desde la pasarela roja, con una perspectiva que dibuja toda su magnificencia pero también su absoluto olvido que le ha llevado indefectiblemente a un galopante deterioro.

Apenas con un enrejado metálico, la trasera de la Estación, que no ha experimentado nada más que pequeños retoques -para evitar goteras y un mayor deterioro- se observa como punto de apoyo de la enorme marquesina que da sombra al primer andén de la estación y que luce con serios desperfectos, con el cableado sin enlucir y suciedad en la vidriera.

Pese a las obras contiguas para la creación de un nuevo parque y al absoluto parón -si no descarte- que experimenta el proyecto de soterramiento de las vías del ferrocarril a su paso por el término municipal almeriense, ninguna administración ha previsto un uso alternativo para el edificio, en vías de declaración como Bien de Interés Cultural. El Ministerio de Fomento mantiene en curso el expediente que culmine con su protección arquitectónica. Y el Ayuntamiento de Almería ha renunciado a un convenio de cesión -lo asumió el propio primer edil- alegando para ello la constricción presupuestaria a la que se ve sometida la Administración que preside.

La antigua Estación del Ferrocarril permanece cerrada a cal y canto desde hace una década, unos meses después de que el ex ministro Francisco Álvarez-Cascos inaugurara la terminal intermodal, en los suelos inmediatamente contiguos al este del edificio noble. El cierre iba a ser temporal. El estudio informativo para la integración del ferrocarril en la capital almeriense volvía a darle uso como pórtico de entrada a la terminal del AVE. Sin embargo, ahora, con el soterramiento en el limbo -sin avances, con pequeñas actuaciones para El Puche o la playa de vías que distan del proyecto inicial- la Estación permanece congelada, a la espera de que alguien se responsabilice del deterioro de este histórico edificio, de más de cien años, propiedad de Fomento, y le devuelva la vida al telón de fondo más fotografiado de la ciudad.

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