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EUNATE SERRANO
Miércoles, 30 de diciembre 2009, 05:18
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El edificio de la Casa de las Mariposas está en obras. Y como en todo trabajo de esta envergadura, se hallan objetos que parece que hubieran viajado a través de la máquina del tiempo. En la cúspide de este singular edificio hallaron el lunes un vaso de cristal ubicado en el castillete del inmueble. Lleva en este sitio casi cien años, ya que fue utilizado por los operarios para brindar una vez que se finalizaron las obras en 1911.
«Cuando terminaron las obras, el arquitecto del edificio compró vino y todos bebieron del mismo vaso, y al acabar lo colocaron en la punta de la cúspide y éste ha sobrevivido a diversas circunstancias de la historia de Almería», apuntó el director de Comunicación de la Fundación Cajamar, Manuel Gutiérrez, quien recordó que «ha sobrevivido a los bombardeos que la ciudad sufrió durante la Guerra Civil». El lunes lo bajaron y el propósito de la Fundación es que una vez finalicen las actuales obras, el vaso vuelva a su lugar de origen.
Este edificio de la burguesía de comienzos del siglo pasado es parte de la sociedad almeriense, pues es uno de los pocos símbolos que han visto la evolución de Almería. «Es un edificio singular y su castillete es un elemento de importación, habitual de la arquitectura francesa del siglo XIX», explicó Alfonso Ruiz, doctor en Historia del Arte que se va a encargar de elaborar un libro profundizando en la historia de la Casa de las Mariposas. «Queremos profundizar en la evolución de los edificios de bloques plurifamiliares de la ciudad, de la arquitectura almeriense, conocer quiénes construyeron la Casa de las Mariposas y quiénes fueron los inquilinos y los negocios que establecieron en este edificio», explicó el historiador.
El proyecto de rehabilitación marcha según lo establecido en los plazos, al objeto de inaugurarlo en 2011. En julio se realizó el estudio arqueológico, en agosto comenzaron las obras. «En enero queremos terminar la cimentación y reestructuración, e iniciar en febrero la rehabilitación interior y de la fachada», manifestó Manuel Jiménez, director de infraestructuras de Cajamar. De hecho, para poder trabajar en este sentido, a partir de hoy el edificio se cubrirá, hasta prácticamente su inauguración, con una lona.
Otra de las obras que actualmente realizan es la excavación minera, en el subsuelo de la Casa de las Mariposas, donde se levantará el salón de actos, que tendrá un aforo para trescientas personas, con el objetivo de convertirse en un «referente cultural», y donde se realizarán distintas actividades. Además el edificio será la sede social de Cajamar. En lo que se refiere a la fachada, los trabajos más importantes serán de limpieza y la puesta en valor de los materiales y estucos. La forja, proveniente de Altos Hornos de Vizcaya, se mantendrá tal y como está, aunque le realizarán algún refuerzo.
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