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T. GONZÁLEZ-MARTÍN
Miércoles, 7 de noviembre 2007, 10:33
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El motociclismo mundial sigue hablando castellano. La punta del iceberg desvela que los tres títulos se han repartido entre Australia (Casey Stoner), España (Jorge Lorenzo) y Gabor Talmacsi (Hungría), pero cuando se mira debajo de la superficie es evidente que el iceberg lleva ruedas y lo conducen los pilotos españoles. Dani Pedrosa y Héctor Faubel se han proclamado subcampeones en las dos coronas restantes. Y la lista de victorias parciales abruma: nueve de Lorenzo, cinco de Faubel, dos de Pedrosa, dos de Álvaro Bautista y una de Sergio Gadea. Diecinueve, un promedio de 1,1 triunfos por gran premio. En 2007 no hubo dos cetros, como en años anteriores, pero el poderío se mantiene incólume.
En el centro del iceberg, además, se ven otros motores. Bautista y Barberá han sido cuarto y quinto en la cilindrada de 250. Pol Espargaró, décimo en 125, se reivindica como la promesa que viene. Y los saltos de categoría de Jorge -a MotoGP- y de Faubel -a 250- suponen la consolidación del potencial español en las dos primeras divisiones, en busca del máximo laurel.
Dani se postula como candidato al título absoluto y Lorenzo luchará por ser competitivo a lo largo del año. Bautista es considerado favorito en el cuarto de litro y Faubel, en su estreno, piensa pelear por el número «uno». Debón y Barberá rematan los ases de esta baraja.
Ningún otro país, incluido Italia, presenta tal plantilla. Una selección que posee la mejor virtud del motociclismo actual: juventud. Lorenzo, Pedrosa, Faubel, Bautista, Gadea, Barberá y Pol subrayan el cambio de edad en el Mundial. Stoner es el exponente extranjero de esta realidad.
Renueva con Michelín
Dani, que ayer renovó con lo neumáticos Michelín, lo ha reconocido al analizar la coronación del australiano y su segunda plaza en perjuicio de Rossi: «Es normal que haya un relevo generacional». La clave es que los pilotos ascienden cada vez más jóvenes de 125 a 250 y de 250 a MotoGP.
Jorge (4-5-87) acaba de conseguir el título intermedio con veinte años y subió de clase a los diecisiete. Casey (16-10-85) se ha proclamado el mejor piloto del planeta con veintidós y subió a la división de honor con veinte. Y Pedrosa es subcampeón al más alto nivel con veintidós. Esa bisoñez sería considerada una locura en los tiempos de Giacomo Agostini, Ángel Nieto, Mike Haylwood, Phil Red y el bohemio Joe Dunlop, que corría en la isla de Man sin dormir y después de toda una noche de alcohol.
Pedrosa y Stoner combatirán por la aureola frente a la gran excepción que confirma la regla: Valentino. El italiano comenzará la campaña 2008 con veintiocho años. Será «el abuelo» contra una parrilla de jóvenes en la que se estrenarán Jorge, Dovizioso (21 años) y De Angelis (23). El control de tracción, que aporta una ayuda de potencia en la máquina de MotoGP, ha sido decisivo para esta revolución de imberbes.
Vivimos otra época. Porque Faubel, subcampeón de 125 a los 24 años, parece un veterano. Esa experiencia será un extra para que su salto a 250 vaya directo hacia el título. Al igual que la de Barberá, que a los veintiún años lleva cinco bajo la carpa móvil.
Debón, 31 años, protagoniza la segunda excepción en el DNI. Será el relevo de Lorenzo en Fortuna Aprilia. Kallio será el principal enemigo de la escuadra rojigualda.
La tercera división presenta la última excepción: Talmacsi. A sus veintiséis años, será el hombre a batir. Gadea (23) debe ser su oponente y repetir la tercera Copa Aspar consecutiva.
La lista de aspirantes a los tres objetivos habla sola. El motociclismo español volverá a ser el epicentro del Mundial. Pedrosa y Lorenzo pueden provocar el terremoto.
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