El día de los enamorados Nabila ejecuto su plan. En el médico le recetaron los somníferos que dio a su marido. Cuando cayó dormido Nabila dejó en el sofá un cigarro encendido y se marchó con sus hijas al pediatra. La coartada era prefecta. Asis, que era como le conocían, murió asfixiado. Parecía fortuito pero algo no encajaba y un guardia civil intuitivo decidió investigar a Nabila que tras el suceso huyó con sus dos niñas a Marruecos. Pero Nabila regreso a España sin hijas y totalmente recuperada. Aquí cobraba 1500 euros de subsidios. Pero el guardia civil tozudo escuchaba sus conversaciones...