La Policía ha terminado en Madrid con las actividades de un médico que practicaba circuncisiones a niños, de manera ilegal. El hombre de unos setenta años y de origen jordano, realizaba las operaciones en un semisótano con graves deficiencias sanitarias. Fue un vecino el primero en sospechar ya que, los fines de semana, se oían llantos de pequeños. El médico fue sorprendido mientras realizaba una operación.