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Ya han vendido más de 15.000
‘Sun Seat’: una tumbona con una toalla y dos palos

‘Sun Seat’: una tumbona con una toalla y dos palos

Una pareja de emprendedores portugueses ha creado un híbrido entre toalla y tumbona de playa gracias a un sistema de dos estacas que ayudan a crear un respaldo

b. Robert

Miércoles, 23 de julio 2014, 20:31

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Francisca Falcão, arquitecta, pasaba un día de playa y no encontraba la postura perfecta. Quería estar tumbada en la toalla pero no dejar de ver el mar. Decidió traer un par de palos e intentar fabricar una tumbona improvisada. La idea le gustó lo suficiente como para convertirla en un negocio junto a su novio, Pedro Ravara. Dos años después ya han vendido más de 15.000 y organizan su expansión fuera de Portugal.

«La idea se nos ocurrió en 2012», explica Ravara, que antes ejercía de piloto. «Hicimos una primera prueba de producción, la pusimos a la venta en Facebook y nos compraron 300». Envalentonados por este primer éxito presentaron su idea en un concurso de emprendedores de Portugal. Crearon su marca, Origama, y le dieron nombre al producto: Sun Seat, el asiento solar. «Llegamos a la final», cuenta el fundador. «Y pensamos que sí, que teníamos un producto que merecía la pena».

Si un chupachús es un caramelo con un palo, Sun Seat es una toalla con dos estacas. «Son de pino, y tienen un lado con punta para clavarse en el suelo», explica Nacho Vidal, distribuidor en España. Instalarla, dice, es sencillo. «Desenrollas la toalla, clavas los palos en cruz, y unes las dos cosas. Luego ya es cuestión de orientarlo hacia donde quieras, según quieras tomar el sol, o leer un libro, o lo que cada cual elija».

Arena seca

La tumbona-toalla, explica Vidal, permite varias posiciones. El usuario puede decidir sentarse casi en vertical y usarla como respaldo, o para estar tumbado con la cabeza un poco levantada. «La propia tensión hace que aguante perfectamente». Donde mejor funciona, asegura, es en las playas con arena seca y suelta. «En las que tienen la arena más húmeda es un poco más difícil, pero se aprende en seguida»

«Hasta ahora apenas habíamos hecho esfuerzos comerciales porque éramos un equipo muy pequeño», asegura Ravara. Ahora son once personas en Portugal, y empiezan su expansión al exterior. «Ya se han vendido algunas en España, Francia e Italia». En España se va a encargar de la distribución una pequeña compañía valenciana. «Queremos situarla en tiendas de surf», afirma Vidal. «Queremos tener un punto de venta cada 15 o 20 kilómetros de costa en toda España».

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