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Un usuario navega por Twitter con su teléfono móvil.
Twitter vuela bajo

Twitter vuela bajo

La red social atraviesa un mal momento: no consigue la confianza de los inversores y no atrae nuevos usuarios

Michael McLoughlin

Domingo, 14 de febrero 2016, 07:21

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Nada que ver con el vuelo majestuoso de su era prebursátil, cuando era una start-up que encandilaba a todo Silicon Valley. Twitter inició, poco después de su estreno en la Bolsa, un descenso progresivo que se ha acrecentado en los últimos meses. Atascado en el crecimiento que llegó a convertirle en la segunda red social del planeta solo por detrás de Facebook, los inversores miran ahora con escepticismo el rumbo de la empresa.

Una compañía, Twitter, que busca ahora la clave para reenganchar a los usuarios. El encargado de dirigir el barco este complicado momento es Jack Dorsey, cofundador de la firma. En octubre fue designado para sustituir a Dick Costolo, que dimitió tras no conseguir revertir la tendencia negativa. Ahora Dorsey se enfrenta a un reto doble: conseguir nuevos miembros para su parroquia y, posteriormente, la rentabilidad.

Cuando habían transcurrido pocos días del 2016, saltó la liebre. Twitter tenía entre manos un cambio mayúsculo. Sus tuits permitirían 10.000 caracteres en poco. Mucho más que los 140 actuales. Una metamorfosis, que aún no ha entrado en funcionamiento, que cambiará por completo la filosofía y el espíritu de la red social, donde la brevedad era una de sus grandes marcas de identidad.

Los expertos señalan que se trata de un intento por, al igual que hace Facebook, fomentar la creación de contenido propio y enlazable desde otras posiciones. No parece ser el único cambio entre manos para acercarse a su tradicional rival: el viernes, el portal Buzzfeed aseguraba que Twitter trabaja en un nuevo algoritmo que reordenaría la importancia de los contenidos y sacrificando el criterio cronológico que ha regido hasta el día de hoy.

La publicidad también será objeto de modificaciones. En el CES de Las Vegas, los responsables de la compañía se reunieron con anunciantes y agencias de medios para mostrarles una nueva herramienta de la que han transcendido pocos detalles más allá de que le permitirá utilizar los tuits relacionados con sus productos en sus campañas. Por otro lado, desde hace semanas, la plataforma está quitando los anuncios de los perfiles de usuarios más relevantes.

El pasado mes de septiembre, Instagram superaba, con 400 millones de usuarios activos al mes, a Twitter. El jilguero más popular de la red pasaba a ocupar el tercer cajón del podio viendo cómo la aplicación de fotografía, en manos de Facebook, se colocaba como segunda red social del mundo.

Sin embargo, además de estar atascado a la hora de atraer a nuevos usuarios, parece que la plataforma podría estar experimentando un bajón en la actividad de los que ya utilizan su servicio. Business Insider publicaba este mismo sábado datos facilitados por un desarrollador obtenidos desde la interfaz de programación de apps de Twitter (API) que reflejaban una caída de hasta el 50% en el promedio de tuits publicados.

Según esta información, se ha pasado de 661 millones de publicaciones diarias en agosto de 2015 a 303 millones en enero de este mes. La compañía ha asegurado que estos cálculos son erróneos pero no ha hecho públicos los datos de esos periodos.

Toda esta sensación de incertidumbre impacta de lleno en la línea de flotación de sus acciones en Bolsa. En enero de 2014, Twitter hollaba su particular cumbre al superar los 69 dólares por título. A día de hoy, dos años y un mes después, luchan por mantener el nível de los 15 dólares.

Las últimas semanas han sido convulsas en el nido de Twitter. El pasado domingo 25 de enero se sucedió una cascada de dimisiones en la dirección de la firma. Ese día abandonaron el barco cuatro directivos: Alex Roetter, encargado de Ingeniería, Kevin Weil, responsable de producto, Katie Stanton, directora de la división de Medios, y Skip Schipper, de Recursos Humanos.

Aunque la compañía habló en todo momento de dimisiones y de marchas voluntarias, otros sugieren que Dorsey forzó estas marchas en una especie de purga en una cúpula directiva heredada de Costolo.

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