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La verdad de las cámaras que nos vigilan: algunas retransmiten en directo por Internet

La verdad de las cámaras que nos vigilan: algunas retransmiten en directo por Internet

Un matrimonio inglés descubre que imágenes de las cámaras de seguridad de su casa han sido vistas en 70 países. Un hábil 'hacker' puede captarlas y distribuirlas si no se toman las medidas oportunas

JOSEBA VÁZQUEZ

Martes, 22 de mayo 2018, 01:21

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Debieron sentirse entre sorprendidos y estafados, víctimas de una broma de mal gusto, indeseable e inesperada. El matrimonio inglés formado por Alan y Jean descubrió hace unas fechas que algunas de las imágenes captadas por las siete cámaras de seguridad instaladas en su casa de Leeds han dado la vuelta al mundo y han sido vistas, desde 2015, más de 5.000 veces en 70 países. Desde España a Azerbaiyán, pasando por Italia, Francia, Marruecos, Egipto, Turquía, Ucrania o Rusia, entre otras latitudes, las dependencias del hogar de la pareja y su propia intimidad han sido violadas durante un total de 366 horas. El mayor visionado se produjo en algún lugar de Francia durante nueve horas seguidas. El cálculo ha sido realizado por el experto en seguridad Cal Leeming por encargo de la BBC, la cadena que ha dado a conocer el caso. No es Leeming un cualquiera: niño prodigio, se convirtió a los doce años en el pirata informático más joven arrestado en el Reino Unido y en la actualidad se gana la vida proporcionando soluciones de ciberseguridad a empresas.

El inquietante descubrimiento generó una leve discusión entre el matrimonio, ya que Jean, la mujer, no era partidaria de la instalación de las cámaras y no ha perdido ocasión de reprochárselo a su pareja. «Alan, estás despedido», le espetó entre risas. El asunto, sin embargo, se presta a pocas bromas. La pareja se ha visto damnificada por un dispositivo de vigilancia doméstica similar al profetizado por George Orwell en '1984', pero con un agravante: ellos ignoraban que estaban siendo espiados, que el guardián destinado a velar por su seguridad les había traicionado.

Dotado de acceso por control remoto para poder visualizar imágenes desde fuera cuando uno no se encuentra en casa, el sistema del profanado hogar de Leeds, como el de muchos otros, dispone de acceso a internet conectado a la red wifi. Ahí reside la primera vía de riesgo, según Jorge Leñero, ingeniero de Telecomunicaciones y director global de Mejores Prácticas en Prosegur Alarmas. «Internet es un canal de entrada y salida de información en nuestra casa. A partir de ahí, intervienen dos factores: cómo de fácil tienes el acceso a esa conexión y cómo de segura está la información que guardas en tus dispositivos. Si no haces una configuración de seguridad específica e instalas un dispositivo sin tomar ningún tipo de precaución, facilitas ese acceso».

Vulnerar el montaje es relativamente sencillo para un 'hacker' adiestrado si no se articulan las prevenciones adecuadas. De hecho, una breve búsqueda en la red da paso a numerosos blogs en los que se detalla cómo se puede entrar en la 'webcam' de un ordenador ajeno o en otros aparatos a través de la conexión wifi y la dirección IP del artefacto. Una de esas páginas incluye un breve programa de humor inglés que muestra cómo se puede tomar el pelo a los amigos mientras se habla con ellos por teléfono y se les detalla, ante su asombro, lo que están haciendo: no sospechan que desde el otro lado están siendo observados a través de su propio ordenador. Generalmente, esos mismos blogs aportan también fórmulas para evitar, o dificultar, el ataque de los piratas informáticos.

La 'smart TV', la lavadora...

Jorge Leñero señala que existen dos maneras de minimizar los riesgos: «O estando muy al día y teniendo conocimientos informáticos relativamente avanzados para mantener todos los dispositivos actualizados, o confiando en un experto que haga ese trabajo». El directivo de Prosegur no se siente sorprendido por el caso sufrido por la pareja inglesa. «Si grandísimas empresas se han visto afectadas por ataques informáticos, con mayor facilidad se pueden atacar instalaciones domésticas. Hay que ser muy cuidadosos y tomar las medidas oportunas, aunque el riesgo cero no existe», advierte.

Una televisión inteligente, o incluso una lavadora de última generación, puede proporcionar una puerta de entrada a nuestra intimidad. «Cualquier dispositivo adicional que esté en la red de tu casa -detalla Leñero-. Depende de cómo tengas configurado todo esto y del mantenimiento que hagas los riesgos serán mayores o peores. El teléfono móvil pide actualización cada cierto tiempo. Conviene hacerlo porque en un 90% de los casos son actualizaciones de seguridad. Ahora, ¿cuánta gente actualiza el 'firmware' del 'router' de casa, el de la lavadora, o el de un dispositivo de música? Pues es importante hacerlo», alerta.

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