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Los cigarrillos electrónicos son menos dañinos

Los cigarrillos electrónicos son menos dañinos

El CSIC ha desarrollado un método para analizar los compuestos que se absorben al usar cigarrillos electrónicos y concluye que vapear evita aspirar benceno, un elemento cancerígeno

redacción

Lunes, 7 de septiembre 2015, 13:31

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Una técnica desarrollada por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) permite conocer los compuestos que permanecen en el organismo a partir de los análisis de aire exhalado de los voluntarios dentro de un dispositivo de recogida de aliento, que se muestrea posteriormente por absorción en unos cartuchos. Y estos cartuchos se analizan después por cromatografía de gases acoplada a espectrometría de masas. De esta manera se puede analizar y comparar los compuestos que se absorben al fumar cigarrillos de tabaco y cigarrillos electrónicos.

Los resultados de la investigación revelan que, en el caso del tabaco, los fumadores retienen nicotina y compuestos derivados: 2,5-dimetilfurano, benceno, tolueno, xilenos, etilbenceno y estireno. Además, el humo de tabaco introduce en el medio ambiente estos compuestos en concentraciones altas. Por su parte, en el análisis de las muestras con cigarrillos electrónicos solo se detectó nicotina. Los otros dos compuestos de los cigarrillos electrónicos, propilenglicol y glicerina, permanecen en el sistema respiratorio del vapeador.

Menor no fumar

«Los resultados revelan que los cigarrillos electrónicos suministran nicotina a los fumadores, pero no otros contaminantes que se transfieren con el tabaco, como el benceno, que es cancerígeno», afirma Joan Grimalt, investigador del CSIC en el Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua y coautor del trabajo, junto a Esther Marco. «Es decir, en la comparativa los electrónicos resultan menos dañinos para el organismo, si bien lo ideal es no fumar».

El trabajo, publicado en la revista Journal of Chromatography A, permite observar el impacto del humo en los fumadores pasivos. «Se ha descrito que el tabaco puede provocar que el fumador pasivo desarrolle enfermedades como, por ejemplo, un cáncer de pulmón», dice Grimalt. «La presencia de benceno en el humo de tabaco es coherente con estas observaciones».

El método del CSIC abre las puertas a nuevas investigaciones sobre el daño de fumar y de vapear, y también permite analizar cómo los compuestos dañinos del tabaco quedan en suspensión en el ambiente, algo que no ocurre en el caso de los cigarrillos electrónicos.

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