Alerta contra el brote de anisaki: síntomas, cómo evitarlo y pescados más afectados

Se trata de un gusano que se localiza en las paredes del aparato digestivo y que se inicia en el estómago de mamíferos marinos. Según recoge 'ABC', pone sus huevos y son expulsados al mar en forma de heces. Después continúa desarrollándose al ser ingerido por algún crustáceo, el cual puede ser ingerido por razas mayores. De ahí, pasando por la pesca, pueden llegar al organismo humano.

1- Dolor abdominal.

2- Náuseas.

3- Vómitos.

4- Fiebre.

En los centros hospitalarios se valora dónde se encuentra el gusano: si se encuentra en el estómago se puede extraer por un tubo; si está en el intestino, solo se puede esperar a que muera, algo peligroso ya que podría generar inflamaciones de las vías digestivas durante meses incluso.

1- Examen visual del pescado.

2- Congelación de -20 grados durante un periodo mínimo de 24 horas o a -35 si van a ser 15 las horas.

3- También se puede cocer, freír, hervir u hornearlo a una temperatura de 60 grados durante un minuto.

Atención: En los hogares, la temperatura media de los congeladores de 3 estrellas es de -18 grados. Por tanto, se necesitaría una semana de congelación. En los de 2, no se puede garantizar siquiera la supresión del gusano. Por ello es importante seguir estos seis consejos para evitar el anisakis cuando comemos pescado.

Según un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), el 36 por ciento del pescado español tiene anisakis. El del Cantábrico cuenta con ello en un 50 por ciento, siendo más raro en el Mediterráneo (seis por ciento).

No tienen este riesgo los peces de agua dulce, mientras que, en ostras, almejas, berberechos, mejillones y el marisco en general, el riesgo es mínimo. Los más afectados son la merluza, el besugo, la bacaladilla, la pijota, la pescadilla, el bacalao o el jurel entre otros.