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Una niña entrando a un colegio.
España entra en el club de los sistemas educativos más avanzados

España entra en el club de los sistemas educativos más avanzados

Los alumnos de ESO alcanzan por primera vez la nota media de los países de la OCDE en las pruebas PISA de lectura, ciencias y matemáticas

Alfonso Torices

Martes, 6 de diciembre 2016, 10:59

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PISA, la evaluación educativa externa más prestigiosa del mundo, dio hoy la primera alegría a los españoles en sus quince años de existencia con el anuncio de los resultados de la edición de 2015. Los 37.205 adolescentes españoles que completaron hace un año los exámenes de ciencias, comprensión lectora y matemáticas, realizados en paralelo en otros 72 países, lograron los mejores notas de las seis ediciones de la prueba y, por primera vez, alcanzaron el nivel medio de calificaciones de los países más avanzados. Situaron a España en la parte noble de los sistemas educativos de los 35 estados que componen la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), promotora de este test escolar mundial.

Los alumnos de 15 años de 980 colegios de todas las autonomías españolas, por méritos propios, pero también favorecidos por una notable caída de la nota media en los países de la OCDE con respecto al PISA precedente, el de 2012, sacaron a España del estancamiento en el que estaba desde hace más de una década. El efecto conjunto de ambos fenómenos hizo que la brecha que separaba al sistema educativo español de la media de la OCDE, 23 puntos entre los tres exámenes, quedase desde hoy reducida a la nada. España subió siete puntos respecto a 2012 entre las tres pruebas y la nota media de la OCDE cayó 15 en este trienio de crisis y recortes.

Los estudiantes de ESO obtuvieron 496 puntos en el examen de comprensión lectora, una subida de ocho puntos respecto a 2012, y, por primera vez, superaron en tres puntos la media de los países de la OCDE. En Ciencias, la prueba central de esta edición, que ocupó los dos tercios del examen, pese a bajar tres puntos con respecto al resultado de España de hace tres años, igualaron los 493, la nota de los países más avanzados. En Matemáticas, con 486, se logró la mejor calificación desde el primer PISA y una subida de tres puntos, pero aún así quedaron otros tres por debajo de la OCDE. Estas mejoras permitieron a los adolescentes españoles codearse en nota con sus homólogos de Dinamarca, Estados Unidos o Suecia en varios de los exámenes.

Pese al avance, no hay que echar las campañas al vuelo porque España aún sigue en un puesto medio del ránking educativo tanto en el listado de la OCDE como en el mundial. En el club de los 35 ocupa los puestos de 21 a 25, según en que prueba, y en listado planetario es el 25 en lectura, el 28 en ciencias y el 32 en matemáticas, con lo que se sitúa en la mitad ligeramente superior, más o menos donde ya estaba hace tres años.

España ha reducido a la mitad la gran distancia en calificaciones que le sacaban los países de la cúspide, pero aún es mucha. Singapur, líder mundial en las tres pruebas, obtuvo entre 39 y 78 puntos más que los jóvenes españoles, lo que supone una ventaja de entre uno y dos cursos sobre ellos. A la cabeza de la OCDE están Japón y Canada, con entre 31 y 46 puntos más que España, lo que equivale a un curso educativo de ventaja.

Más equidad

El mantenimiento y mejora de España en PISA se ha cimentado sobre un aumento de la equidad de su sistema educativo, de la capacidad de remover los obstáculos socioculturales y económicos de muchos de sus alumnos para que influyan lo menos posible en sus calificaciones. Pese a ser uno de los países de la OCDE con más tasa de alumnos desfavorecidos, es el estado con mayor equidad en el sistema tras México y Turquía. De hecho, pese a la desventaja, el trabajo de las escuelas españolas ha logrado que el estatus social de los alumnos no afecte a su calificación en PISA más de un 13%, lo mismo que la media de una OCDE mucho más privilegiada.

España ha reducido en tres puntos el número de repetidores -aunque todavía son más del doble que en la OCDE- y ha conseguido que mejoren su nota en los exámenes de 2015, mientras que sus homólogos de los países avanzados la empeoraron. No obstante, es aún el gran punto débil español, pues, sin contar los repetidores, mejoraría la nota media de equivalente de la OCDE en 20 puntos y estaría en la cabeza del ránking. El absentismo escolar español también ha descendido mientras se elevaba en la OCDE. Ha pasado de tener el doble a registrar un 25%, por un 20% de la organización.

Otro de los elementos que ha permitido mejorar en 2015, además de un aumento de la calificación en las pruebas de los alumnos de origen inmigrante, es que mientras en la OCDE crece el porcentaje de estudiantes rezagados los que tienen las notas más bajas-, con entre el 20% y el 23% del total, entre los españoles ha descendido hasta el 16% en ciencias y lectura y el 22% en matemáticas. Lo que no acaba de cerrarse es la brecha por sexos, aunque sí se atenúa. Las chicas españolas tienen una excelente nota en comprensión lectora, donde aventajan en 20 puntos a sus compañeros, pero estos las sacan 16 en matemáticas y casi 7 en ciencias.

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