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Jueves, 10 de agosto 2017, 10:21
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Solo un días después de nacer, la vida de Maisie Coulton ya se complicó. La niña que ahora tiene ocho años, se sometió entonces a la que sería la primera de las casi 30 operaciones a las que se ha tenido que someter en este tiempo. La razón es que padece Síndrome de Treacher Collins (TCS), que se caracteriza por irregularidades faciales causadas por hueso y tejido subdesarrollado, además de problemas respiratorios y auditivos.
Sin embargo, su lucha diaria es un ejemplo de superación. Así lo cuenta su propia madre que fue protagonista en primera persona del embarazo complicado que vivió con Maisie cuando todo parecía ir normal. A las 24 semanas de gestación los médicos le alertaron de que había exceso de líquido alrededor de la niña que meses después derivó en un nacimiento tan complicado que ahora la menor debe luchar continuamente contra su enfermedad.
“Tenía problemas estructurales en su rostro; no tenía oídos y no podía respirar, así que la intubaron inmediatamente y le practicaron una traqueotomía” explica la madre de la niña. Una situación que lejos de hundirles les dio alas para seguir adelante. No en vano la propia Maisie tendrá que seguir siendo operada hasta que alcance la madurez y deje de crecer.
Para sus padres, su hija es una inspiración. Sobre todo porque hay muchas personas que a su juicio miran con desconcierto a la menor sin saber la lucha que hay detrás. Por ello apuestan porque la sociedad sea mucho más consciente de las dificultades que entraña ser víctima de una enfermedad rara como la que padece Maisie.
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