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Sábado, 3 de marzo 2018, 11:42
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Nhel tiene tan sólo 7 semanas, pero en tan poco tiempo de vida ya se ha enfrentado en numerosas ocasiones a la muerte, y es que el pequeño nació con una malformación craneal conocida como encefalocele.
La misma la fue desarrollando mientras estaba en el útero de su madre, pero no fue detectada hasta que nació. A causa de ella tiene un bulto que ha ido creciendo de forma considerable en la parte superior de su cabeza, lo que ha motivado que sea conocido por el equipo médico y por sus padres como ‘niño unicornio’, "Cuando nació, dijeron que mi bebé tenía suerte de que el cerebro no se viera afectado o dañado por los bultos. Nunca antes habíamos visto un bebé como éste, así que tratamos de verlo como una bendición. Como si fuera un pequeño bebé unicornio", explicaba Ángel, progenitor del menor.
El bulto está empeorando día tras día su salud, por lo que es necesario extirpárselo mediante una operación quirúrgica o podría morir en pocas semanas. Sin embargo, dicha operación está siendo retrasada constantemente debido a los altos costes hospitalarios, por lo que los padres se plantean pedir ayuda para salvar la vida del niño.
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