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Sábado, 16 de junio 2018, 11:06
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En el mundo de la cocina hay dos creencias: por un lado que nada como un plato recién hecho; y por otro, la comida al día siguiente está más rica. Pues ni tanto ni tan calvo: no todos los platos están buenos recién elaborados ni todos lo están al día siguiente. Hay de todo.
Existe una serie de recetas que mejoran con el paso de las horas y sí que es verdad que están más buenas un día después de hacerlas. La razón es bien sencilla: se deber a un proceso químico que se desencadena al mezclarse los ingredientes durante la cocción. La química, al enfriarse, sigue su curso mejorando el resultado en aroma y sabor. Estos son algunos de los platos:
>>Casi todos los guisos de cuchara saben mejor el día siguiente.
>>La lasaña o los canelones cogen más sabor unas horas después. La bechamel se queda más compacta y se ablanda la pasta.
>>Las albóndigas en salsa y los estofados de carne con verduras. La salsa se espesa, se queda más cremosa y tiene un sabor más rico.
>>Lo mismo ocurre con otras salsas. Al tenerlas guardadas y refrigeradas se pueden ir sacando según haga falta.
>>Y los postres más ricos reposados son: la tarta de queso, el brownie de chocolate o la tarta de zanahoria.
Pero, como se ha mencionado al principio, no todas las comidas hay que dejarla para el día siguiente. Las ensaladas de hoja (lechuga), la pechuga de pollo o pescados a la plancha, por ejemplo, que se quedan muy secos.
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