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fran justicia
Miércoles, 19 de octubre 2016, 11:53
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La piel es una zona muy sensible de nuestro cuerpo, y aunque de forma errónea se considera que únicamente es sensible al calor y a los rayos del sol, es importante que sepas y que asimiles que el frío también puede ocasionarle numerosos daños. El verano ya ha desaparecido totalmente de nuestras vidas, las temperaturas están empezado a descender sin límites y el frío poco a poco se está haciendo notar, así que es fundamental que empieces a extremar la precaución en lo que a protección de tu piel respecta, a menos que quieras que el frío le afecte claro. Las bajas temperaturas y el viento, no solo pueden llegar a acelerar el envejecimiento de la piel, sino que debilitan la capa hidrolipídica, esa que se encarga de protegerla de agresiones externas, y facilita la pérdida de agua, lo que por ende la lleva a sufrir deshidratación, sequedad, falta de brillo, heridas, tirantez, rojeces o descamación, entre otros males. Sin embargo, no te preocupes, ya que a continuación te vamos a dar algunos consejos para que no tengas que sufrir por tu piel, cuidándola y protegiéndola del frío en los próximos meses ¡toma nota!
1. Limpieza e hidratación continúa en el rostro
A pesar de lo que podría llegar a creerse, no es durante el verano cuando nuestra piel sufre daños que pueden llegar a ser irreparables en cuanto a sequedad e hidratación se refiere, sino en el invierno, puesto que la barrera hidrolipídica de la piel se debilita, favoreciendo el exceso de sequedad y sensibilidad, algo que junto al frío puede ser muy perjudicial para nuestro cutis. Por ello, para evitarlo es fundamental que hidrates continuamente tu piel, especialmente la del rostro, ya que es la más afectada. Te recomendamos limpiarla con agua tibia al menos dos veces al día, una por la mañana para eliminar sudor y células muertas y otra por la noche para retirar el polvo, maquillaje y otras bacterias que hayan podido tener contacto con ella. Para ello, haz uso de un limpiador facial suave especialmente indicado para pieles sensibles y libre de alcohol, el cual puedes encontrar a buen precio si te beneficias de las ofertas en limpiadores faciales de Belleza Ideal. Es necesario evitar el alcohol en los productos cosméticos que utilices, puesto que de lo contrario aumentarás aún más la sequedad de la piel. De forma complementaria a la limpieza, hidrata tu piel con una crema nutritiva con factor solar 15 para el día y una más densa para la noche. La hidratación también deberá ser alta en el resto del cuerpo, ya que a pesar de ir cubierto se reseca e irrita con facilidad.
2. Precaución con labios y manos
Aunque el rostro es el más afectado por el frío debido a que no va tapado, otras zonas como los labios o las manos también suelen experimentar cambios peligrosos con la llegada del frío. En el caso de los labios suelen descamarse con facilidad y también experimentan la aparición de grietas muy antiestéticas. Si quieres evitarlas te recomendamos que utilices un bálsamo regenerador o vaselina, que hidratarán y protegerán tus labios de los cambios de temperatura. Nunca intentes hidratar tus labios con tu propia saliva, ya que así solo los irritarás más. Por otro lado, en el caso de las manos puedes optar por cubrirlas con unos guantes, pero como no puedes llevarlos eternamente, también es recomendable que utilices una crema de manos diaria para evitar que se resequen o que aparezcan heridas en ellas.
3. Evita los cambios de temperatura
Este tip lo puedes aplicar ante todo en casa, ya que será el único lugar en el que tendrás poder suficiente como para controlar la temperatura. En primer lugar, te recomendamos que busques que todas las estancias de tu hogar cuenten con una temperatura ambiente que no sobrepase los 22 grados. Para hacerlo más fácil puedes utilizar un humidificador o colocar toallas en zonas que aporten mucho calor a la casa. Por otro lado, intenta evitar al máximo baños muy calientes, aunque tengas mucho frío, el cambio de temperatura será muy dañino para tu piel, aumentando las posibilidades de que aparezcan vasos dilatados y rojeces, así como también que el manto hidrolipídico se debilite. Toma duchas de agua tibia y procura que sean muy rápidas.
De forma general, estos son los principales consejos que puedes seguir para proteger tu piel del frío y evitar que este le pase factura. No obstante, el seguimiento de una dieta con alimentos ricos en vitaminas A y C, el uso de prendas térmicas o las limpiezas profesionales también pueden ser otras opciones útiles. ¡Protege tu piel del frío y presume de un cutis perfecto!
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