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Científicos y tecnólogos durante una manifestación. Fernando Alvarado (Efe)
Casi la mitad de los científicos y técnicos del CSIC penden de un contrato temporal

Casi la mitad de los científicos y técnicos del CSIC penden de un contrato temporal

El buque insignia de la investigación española perdió 4.800 empleados, el 30% de la plantilla, en los últimos seis años, según CC OO

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Jueves, 5 de abril 2018, 16:29

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Las políticas de recorte del gasto público practicadas por el Gobierno han dejado al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el buque insignia de la investigación en España, en una situación «alarmante», según el estudio de la evolución de sus recursos humanos realizado CC OO, que ha pasado a apodar la radiografía resultante de este organismo como «el mapa de la precariedad».

Los 122 centros e institutos científicos que aglutina el CSIC, que generan aproximadamente el 20% de toda la producción investigadora española, han perdido a 4.800 trabajadores desde los últimos días de 2011, lo que supone que han tenido que prescindir de un 30% de su plantilla que, según el informe, «o pasó a engrosar las listas del paro o tuvo que emigrar para continuar su vida profesional». El organismo pasó de 15.893 empleados en 2011 a los 11.084 con que terminó diciembre pasado.

El documento revela que, además de la fuerte reducción de equipos de investigación, en estos seis años se ha producido una enorme precarización de las condiciones de trabajo de los que continuaron. El 43,2% de los científicos, técnicos y auxiliares de sus laboratorios y talleres, 4.784, viven en la inseguridad laboral, con contratos temporales. La cifra, lejos de mejorar con la salida de la crisis, ha empeorado. Del 40,5% de 2012 se ha pasado al 43,2% de 2017, con un aumento de casi tres puntos.

El colectivo más afectado por la temporalidad laboral es el de los titulados superiores, con el 74,3% en esta situación. Se trata de investigadores, en la mayor parte de los casos ya doctores, pero sin contrato de esa categoría, que con 40 o más años viven de encadenar contratos temporales, en ocasiones hasta durante 10 o 15 años, y pendientes de que no se agoten los fondos del grupo de investigación de los que depende su continuidad. En el grado de temporalidad les siguen los investigadores con contrato de doctor, con un 40,7%, y los ayudantes de laboratorio, con un 36,4%. Por áreas de conocimiento, más de la mitad de los temporales se concentran en los centros de biología y medicina, recursos naturales y ciencias agrarias.

CC OO indica que el CSIC no ha querido facilitarle la antigüedad de estos casi 5.000 empleados, pero que sí han podido certificar que 1.438 son científicos y técnicos que al menos han encadenado tres contratos y que llevan en esa situación entre 3 y 10 años.

La central sindical, que en la actualidad mantiene una negociación con los responsables de este organismo para determinar cuántas plazas fijas sacarán a concurso-oposición en los próximos años para cumplir con los acuerdos de estabilización de plantillas pactados con el Gobierno, ha calculado que no deben ser menos de 1.531 (la mitad titulados superiores).

Son los puestos temporales que han determinado que sin lugar a dudas realizan tareas de investigación permanente y que, por lo tanto, son estructurales. Indican que si esta parte de los trabajadores pasase a ser fija sería un paso importante para paliar los recortes y para rejuvenecer una plantilla de investigadores con una media de edad de 56 años, pero que todavía restaría un 29% temporalidad, cuando consideran que la estructura laboral de los centros e institutos no justifica más allá de un 15%.

CC OO, en cualquier caso, reclama al Gobierno un plan de choque para sacar a la ciencia española de su mala situación, pues asegura que los problemas del CSIC son solo parte de los que padecen todo el resto de centros públicos de investigación y universidades. Considera que este plan debe incluir la financiación y las reformas necesarias para recuperar «el talento emigrado» durante la crisis y para «dotar de condiciones de trabajo dignas» a los grupos de investigación actuales.

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