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Rosetta descubre la doble personalidad del 67P

Ya se tenían indicios que no es un cometa normal, pero ahora lo han confirmado

Mercedes Barrutia

Viernes, 18 de julio 2014, 10:10

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Las últimas imágenes del cometa 67P/Churymov-Gerasimenko, obtenidas esta semana, revelan que este cuerpo al que se dirige la nave Rosetta tiene una extraordinaria forma irregular, según un comunicado de la Agencia Espacial Europea (ESA). Los científicos ya presumían que el cuerpo sería especial y ya ha quedado claro que no es un cuerpo común: tiene dos partes bien diferenciadas.

El diario de Rosetta no es un programa ni una serie de televisión pero bien podría. El mundo y la comunidad científica están pendientes de la sonda espacial y de su asteroide, con quien ya comparte algo más que una simple relación investigadora: Rosetta ha conocido la otra cara del 67P. Lo que la sonda ve en realidad se corresponde con el vídeo pixelado, una imagen obtenida con la cámara OSIRIS de Rosetta el pasado 14 de julio, una fotografía tomada a 12.000 Km de distancia. No es gran cosa, pero en esto de las relaciones cualquier cosa es válida para emocionar a las partes implicadas. ¿Tan especial es el 67P?

Parece que sí, que lo es, es especial. Dicen que tiene forma de patito de goma, de los que amenizan con su compañía los baños de espuma, con cabeza y cuerpo incluidos. El vídeo, que utiliza una secuencia de 36 imágenes entre las que transcurren 20 minutos, proporciona una impresionante vista de 360 grados de la compleja superficie del cometa.  Al margen de la textura, lo que está claro es que a través de la superficie brilla un mundo de forma irregular, describen desde la ESA. Los objetos dobles como este se conocen como binarios de contacto en la terminología del área de los cometas y asteroides, y no son inusuales, añade la institución científica.

Una teoría propone que estos objetos se forman cuando dos cometas, incluso de composición distinta, se fusionan tras chocar a baja velocidad, durante la etapa de fomación del sistema solar hace miles de millones de años, cuando se formaron los aglomerados de rocas y hielo que acabarían dando lugar a los planetas, dice la ESA en su comunicado.

El cometa 67P va a permitir avanzar en cuestiones como el origen del universo así como estudiar esos procesos físicos de creación. Una roca llena de historia, de misterios, que no ha dejado de sorprender desde que despertó Rosetta.

Seguiremos informando desde tierra.   

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