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Viernes, 16 de junio 2017, 10:00
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La historia de John Ripple puede resultar sumamente cómica. Este hombre de Kansas City, en Estados Unidos, padece una enfermedad y estaba cansado de vivir con su mujer. Por ello decidió atracar un banco para ingresar en prisión. Sin embargo, su plan ha salido mal. El juez le ha condenado a arresto domiciliario.
Así recoge su caso el Daily Mail, que informa que este hombre de 71 años tuvo una discusión acalorada con su mujer. Le dijo que prefería vivir en la cárcel antes que junto a ella.
Por eso se plantó en una sucursal de la ciudad norteamericana, exigió el dinero, amenazó con emplear un arma de fuego y se dedicó a esperar en el vestíbulo a que llegase la Policía. Soy el hombre que estás buscando, le dijo a uno de los agentes.
Ripple reconoció durante el juicio que prefería estar en la cárcel antes que en su domicilio. El juez decretó una pena de arresto domiciliario de seis meses y tres años de libertad vigilada además de 50 horas de trabajos en servicio de la comunidad. No le salió como esperaba.
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