El 'cristo' de los indultos

Hoy será un día histórico en Málaga. Quedará grabado en la memoria colectiva de esta ciudad y pasará a los anales de su Semana Mayor. La Cofradía de Jesús El Rico no podrá cumplir con su tradición bicentenaria (258 años) de liberar a un preso el Miércoles Santo porque el Gobierno ha rechazado el indulto de los tres penados propuestos. El Consejo de Ministros, en su reunión del pasado viernes, estimó que ninguno era merecedor de esta medida de gracia. Había uno que contaba con todas las papeletas para haber quedado libre hoy, pero el temor del Ejecutivo a ser acusado de dejar en la calle a un corrupto lo seguirá manteniendo entre rejas.

Dos de los internos habían sido condenados dentro de una misma causa por narcotráfico a cinco y cuatro años y medio de prisión, además de seis meses por pertenencia a grupo criminal y multas de 20 y 16 millones de euros, respectivamente. Ambos contaban con informes desfavorables del tribunal sentenciador y de la Fiscalía, lo que, pese a no ser vinculante para tomar la decisión, inclinó la balanza en su contra. Sin embargo, el tercero de la terna, que sí llegaba con opciones, tampoco fue indultado. ¿El motivo? El Gabinete de Rajoy temió ser acusado de dejar libre a una persona corrupta. El preso en cuestión era un empleado de la Empresa Malagueña de Transportes (EMT) condenado por un delito continuado de estafa y falsedad documental por defraudar 355.754 euros.

Ingeniero de 65 años

El reo, que tiene 65 años y ha penado uno de los tres años de condena, está cumpliendo con su responsabilidad civil de devolver el dinero. Trabajaba como ingeniero de telecomunicaciones en la EMT, que tenía «confianza absoluta en él, siendo indispensable para la empresa», según reza la sentencia. Pero el Gobierno tumbó esta propuesta porque el caso, «una estafa a una empresa pública con enriquecimiento, podría considerarse corrupción», según reconocieron fuentes de la propia Administración central.

El Ejecutivo tomó este acuerdo pese a todos los informes favorables con los que contaba, ya que desde la prisión y la Audiencia Provincial se habían pronunciado a favor del indulto, así como los distintos grupos políticos del Ayuntamiento. Incluso la EMT, para la que trabajaba hasta que fue detenido.

Es la cofradía la que, por el mes de octubre, pide cada año a Instituciones Penitenciarias en Madrid la liberación de un preso. A partir de ahí, la junta de tratamiento de la cárcel elige a una decena de reclusos que se presentan ante la Audiencia Provincial. Tras una selección, y oída la Fiscalía, el tribunal remite los nombres propuestos al Ministerio de Justicia, que es finalmente el encargado de llevar las propuestas de indulto al Consejo de Ministros para su aprobación o denegación.

Esta costumbre de liberar a un preso en Málaga tiene su origen en una ley promulgada por Carlos III tras una epidemia de peste que incidió gravemente entre la población y ocasionó la suspensión de las procesiones de Semana Santa de 1759. En aquel momento, los reclusos de la prisión pidieron al alcaide sacar ellos la imagen de El Rico, de la que se declaraban devotos. Al serles denegada la solicitud, escaparon de la cárcel y llevaron a hombros al Cristo por las calles de la ciudad en la procesión más larga que se recuerda en la Semana Santa malagueña. Después regresaron a la penitenciaría y la epidemia remitió, lo que fue interpretado como un milagro que impresionó al monarca, por lo que concedió el privilegio, ratificado siglos después por Juan Carlos I.

El hermano mayor de la cofradía, Antonio Martínez, explicó que, cuando han surgido problemas con los expedientes, se envían otras propuestas para resolver la situación antes del Viernes de Dolores cuando se aprueban los indultos y que la tradición se pueda cumplir. Este año no ha sido así; el protocolo de actuación y los tiempos han fallado. No obstante, desde que se conociera la noticia, las instituciones implicadas han trabajado a marchas forzadas en busca de una solución.

Tras una primera propuesta rechazada por la cofradía, que consistía en escenificar la liberación y en comprometerse con el recluso a apostar por su indulto, se ha optado por una salida que sí tiene el visto bueno de la hermandad: una nueva lista de presos, un indulto pospuesto y un acto de liberación cuando se hayan culminado todos los trámites, pero ya fuera de la Semana Santa. Los nuevos candidatos ya se conocen: dos reclusos condenados por tráfico de drogas, otro por un delito de seguridad vial y el último, por lesiones.

El problema ahora es otro. ¿Cuándo y cómo llevar a cabo esa liberación del preso? El obispo de Málaga, Jesús Catalá, ya ha dicho que el acto que se realice después de Semana Santa no puede ir acompañado de una procesión con los tronos de la Cofradía de El Rico, como desea la hermandad. «Estamos en Semana Santa y las procesiones tocan ahora, no en Pascua, que es otro ciclo litúrgico». La polémica está servida.

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