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Julia Samóilova, de 27 años, es la voz seleccionada por Moscú para la cita de mayo en Kiev.
Eurovisión viene muy caliente

Eurovisión viene muy caliente

Ucrania ganó el año pasado con un tema crítico sobre Crimea. Tras amagar con el boicot, Rusia decide ahora enviar a Kiev a una cantante favorable a la ocupación

RAFAEL M. MAÑUECO

Miércoles, 15 de marzo 2017, 01:27

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La victoria de la ucraniana de origen tártaro Jamala el año pasado en Eurovisión desencadenó un terremoto de descalificaciones y acusaciones mutuas entre Kiev y Moscú, enfrentados militar y diplomáticamente por la anexión de Crimea -a mediados de 2014- y la guerra en el este de Ucrania. Su canción, '1944', soliviantó a las autoridades rusas al hacer referencia a la deportación de la población tártara de Crimea ordenada por Stalin en aquel fatídico año. La próxima edición del festival, que se celebrará en mayo, parece abocada a convertirse de nuevo en un campo de batalla entre ambos países. Apenas se hizo pública la identidad de la representante que Rusia enviará a Kiev, la polémica estalló en la prensa y las redes sociales, para afincarse de inmediato en la esfera política.

Rusia amagó durante meses con el plante, dejando crecer el caudal de llamamientos al boicot de sus nacionales. Intentó hasta el último momento que la organización del certamen revisara el veredicto, con el argumento de que los criterios que llevaron a su rival al primer puesto fueron «exclusivamente políticos, no artísticos». No pudo ser y Moscú terminó el pasado domingo con el suspense, anunciando en el Canal 1 de la televisión que ya tenía candidata: Julia Samóilova, de 27 años, que lleva toda su vida sentada en una silla de ruedas víctima de la enfermedad de Werdnig-Hoffmann, una atrofia muscular espinal infantil. No es su única peculiaridad; en una ocasión actuó en Crimea, precisamente en un concierto de apoyo a la intervención rusa.

Las ediciones digitales de varios medios ucranianos reaccionaron al segundo condenando la designación. A juicio del rotativo 'Ukraínskaya Pravda', Samóilova «ha violado nuestras leyes al entrar sin autorización en Crimea». El diputado Antón Gueráshenko ni siquiera descarta prohibir su participación en el evento musical si llega precedida de algún tipo de declaración sobre el conflicto entre las dos repúblicas. El Ministerio de Cultura de Ucrania maneja una lista con los nombres de diez artistas rusos -entre ellos, el intérprete y diputado oficialista Iosif Kobzón- que tienen vetada su entrada en el país por haber apoyado públicamente la política de Putin en relación con Crimea y las regiones separatistas de Donetsk y Lugansk.

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, salió al paso de la nueva polémica con una llamada a «evitar cualquier politización» de Eurovisión. «Sería absolutamente intolerable -advirtió-. Se trata de un concurso internacional y el país organizador debería respetar las reglas que rigen el certamen». Pero lo cierto es que en Rusia también hay quien piensa que Samóilova no debería cruzar la frontera. Entre ellos, Kobzón. «Está bien que Julia se haya superado a sí misma, que se haya sobrepuesto a su enfermedad y que cante, pero no debería acudir a este espectáculo político-comercial -enfatizó-. Estoy en contra de que nuestros cantantes participen».

«Quiero ir»

Ella, sin embargo, quiere estar presente en Kiev. «Creo que se trata de un simple concurso (...) Mi objetivo es prepararme y cantar bien, y estoy en disposición absolutamente positiva para ello. Todo irá bien», augura. En sus primeras manifestaciones tras conocer que la representación de Rusia en el festival recaía finalmente en su voz, Samóilova confesó que tiene una «gran resistencia» al estrés -«soy de hierro en este aspecto», puntualizó-, aunque también expresó cierta preocupación porque «hace poco fui operada y podría cansarme». No obstante, se declaró convencida de que «lo que he mostrado en los ensayos satisface plenamente a la dirección del Canal 1», responsable de la selección.

Julia Samóilova es una experimentada intérprete. Nació en la ciudad de Ujta, república de Komi, y se empezó a hacer conocida en el mundo de la canción con tan sólo 13 años, cuando ganó un concurso celebrado en Inta. A partir de ahí, no paró de cosechar éxitos. Su primer premio internacional lo obtuvo en Hurgada (Egipto), en 2006, en el concurso 'Rosa de los Vientos'.

En 2008 creó su propio grupo, Teera Nova, que solo trascendió en el interior de Rusia. La aventura musical duró dos años y en 2013 le llegó la popularidad, al cautivar con su talento a la carismática Alla Pugachova, que ya participó en Eurovisión-97. La joven Samóilova cantó en la ceremonia de apertura de los Juegos Paralímpicos de Sochi, en 2014, el tema 'Juntos'. Ella compone música y letras, pero el autor de la canción de amor que llevará a Kiev -'Flame is Burning' ('La llama arde')- es Leonid Gutkin, el mismo que compuso los temas interpretados por otras dos representantes rusas en Eurovisión: Dina Garípova, que obtuvo el quinto puesto en 2013, y Polina Gagárina, que quedó en segundo lugar en 2015.

Muchos en Moscú piensan que la elección de Samóilova responde a un cálculo político. Confían en que la presencia sobre el escenario de una artista en silla de ruedas acalle posibles voces críticas por la injerencia en Crimea. La Administración de Putin soporta un régimen de sanciones de Occidente por la anexión de la península y por ayudar militar y económicamente a los separatistas de Donetsk y Lugansk. Para Ucrania, Rusia es simplemente un «agresor» y un «ocupante». La música vuelve a sonar mal en los preámbulos de la cita de mayo en Kiev.

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