Edición

Borrar
Los pájaros que echan fotos espectaculares

Los pájaros que echan fotos espectaculares

La fotografía desde drones ya es toda una realidad. La revista ‘National Geographic’ ha premiado los mejores trabajos del año. Imágenes con ángulos y puntos de vista insospechados

fernando miñana

Jueves, 9 de marzo 2017, 00:50

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El cine y la literatura nos pintaron un siglo XXI mucho más fantástico que el que nos ha tocado transitar. Los coches no vuelan, ni viajamos de planeta en planeta por vacaciones, ni un humanoide nos hace la comida. Ordenadores y teléfonos han tomado la delantera, pero sí que hay excepciones futuristas, como los drones, otro ingenio militar que ha acabado acomodándose en nuestros paisajes domésticos.

Amazon cuenta ya con un sistema, denominado Prime Air, que te sirve un pedido, siempre que sea liviano, en treinta minutos. No hay atasco que lo detenga, pues el paquete viaja por el aire en la panza de una de estas pequeñas naves de hélices. El aparato sale del almacén, busca las coordenadas y aterriza en el jardín de casa, donde deja el encargo y regresa veloz, surcando el cielo, para seguir con su jornada.

Estas naves sin tripulación están cada día más presentes y ya no hay boda de postín que no haya contratado el servicio de vídeo y fotografía desde un dron. El aparato vuela por encima de novios e invitados mientras capta desde su objetivo el bello paraje elegido para el enlace o la celebración. Y, claro, en esta sociedad donde todo tiene que ser retratado, donde la gente observa todo lo fascinante que le ofrece el mundo a través de la pantalla de sus cada vez más versátiles teléfonos móviles, el dron ha sido rápidamente alistado al ejército de fotógrafos diseminados por el planeta.

Lo que al principio era una rareza ahora empieza a ser algo casi cotidiano y hasta existe una red parecida a Instagram y bautizada como Dronestagram que agrupa las fotografías hechas desde estos cachivaches voladores. La prestigiosa revista National Geographic, siempre tan sensible con todo lo relacionado con la naturaleza, lleva unos pocos años organizando un concurso internacional que en 2016 ha reunido más de seis mil trabajos. La publicación premia las fotografías más bellas o sorprendentes en tres categorías diferentes: viaje; deporte y aventura; y naturaleza y vida salvaje.

Las fotos son bonitas, sí, pero la característica que las identifica es que sorprenden porque nos ofrecen un ángulo o un punto de vista inesperado. «Una buena fotografía realizada con un dron es una fotografía en la que se identifique inmediatamente que se ha hecho con un dron y no con cualquier otro dispositivo. Éstas se realizan a bajas alturas y cerca de los motivos a fotografiar», advierte Guillaume Jarret, uno de los fundadores de Dronestagram.

Un ejército

La afición a este tipo de arte va en aumento al mismo ritmo que las ventas de estos aparatos aleteadores y el concurso ha recibido cerca de mil obras más que en la pasada edición. Las máquinas son cada vez más sofisticadas, capaces de compensar dos de sus grandes trabas: la inestabilidad y la vibración. En España florecen las empresas dedicadas a la fotografía desde drones. Todas deben contar con el certificado de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea y no pueden volar por encima de los 120 metros ni a más de 500 metros de la persona que está al control. Saltarse alguna de las normas puede acarrear una multa de hasta 250.000 euros.

Las posibilidades de un dron son innumerables. La fotografía es una de las más amables. Otras dan cierto repelús, como la idea de la empresa Intel, que en octubre hizo volar una flota con quinientos de estos aparatos iluminados con luces led sobre el cielo de Krailling (Alemania). Las aeronaves, obedientes como soldados, formaron figuras en 3D y dibujaron la cifra de 500 para celebrar el nuevo récord Guinness, una puerta para un nuevo territorio para la publicidad, una nueva era de la pirotecnia o un anuncio de futuras batallas libradas por ejércitos con miles de estos aparatitos sin piloto a bordo.

Aunque Amazon, que está dedicando un gran esfuerzo humano y económico para exprimir al máximo las enormes posibilidades de este invento, también ha desarrollado un sistema de minidrones para buscar a personas desaparecidas, una herramienta que, quién sabe, podría incorporarse dentro de no mucho a la equipación de cualquier policía urbano. El dron al servicio del ingenio. Solo hace falta darle al coco. Porque ya hay, incluso, quien practica lo que se podría denominar como dronesurfing, algo parecido al esquí acuático, pero cambiando la embarcación por un dron y los esquís por una tabla.

Pero todo tiene un límite y de la diversión al riesgo hay un paso, como le ocurrió al Airbus 320 de Lufthansa que tuvo que esquivar a tres unidades durante su maniobra de aproximación al aeropuerto de Bilbao. El trío de drones volaba a 900 metros de altura y vulneraba el espacio aéreo protegido.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios