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¿Qué tenemos que hacer si nos pica la procesionaria, peligrosa para los niños y mortal para los perros?

¿Qué tenemos que hacer si nos pica la procesionaria, peligrosa para los niños y mortal para los perros?

¿Cómo combatirla? Los expertos recomiendan evitar el contacto con estos insectos a toda costa

José Cobo

Lunes, 6 de marzo 2017, 10:08

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Con algunos meses de adelanto ya ha llegado la Thaumetopoea pityocampa, esta mariposa nocturna conocida como procesionaria del pino, empiezan a eclosionar. A pesar de encontrarnos a principios de febrero, sólo unos pocos días de temperaturas primaverales han necesitado estos nidos para eclosionar, justo después de la ola de frío, a finales de enero. Se trata de la plaga más importante de los pinares mediterráneos y a su paso deja una desoladora estampa de pinos, cedros y abetos muertos.

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En cada nido (bolsas de seda blanca en los árboles) hay entre 100 y 300 orugas que sobre febrero a abril bajan del nido a enterrarse en el suelo y ese es el momento más peligroso para humanos y mascotas. La oruga procesionaria, es fácilmente reconocible por varios motivos, su apariencia y su conducta. Esta oruga de entre 4 y 6 centímetros, con cabeza y piel de color negro y costados de color gris, cuenta en su dorso con unos pelos rojizos. No es necesario el contacto directo, cuando se sienten amenazadas pueden lanzar sus pelos sedosos al aire generando irritaciones y alergias a personas y animales.

¿Qué hago si me pica una procesionaria?

Técnicamente la oruga procesionaria no pica, son sus pelillos (llamados tricomas) los que producen una fuerte urticaria al contacto con la piel. En el caso de las personas se manifiesta en forma de ronchas y manchas rojizas que pican y en ocasiones graves también síntomas respiratorios. Cuando alguien entra en contacto con el insecto, lo primero que hay que hacer es lavar de forma enérgica con agua y jabón, para retirar los pelos del insecto que pueden haber quedado pegados. Posteriormente, se atenderá en función de la zona donde entre en contacto y de la severidad del cuadro clínico. Los casos leves se tratarán con una crema con corticoide tópico. Además, el afectado tendrá que tomar un antihistamínico cada ocho horas. En los episodios más intensos, con síntomas tales como la dificultad para respirar o hinchazón de la cara será necesario acudir a un centro de urgencias para recibir un corticoide intramuscular.

Creo que mi mascota ha entrado en contacto con la oruga procesionaria, ¿qué hago?

La reacción tras el contacto con la procesionaria del pino es inmediata: se produce hipersalivación, se inflama la lengua y aparece una coloración roja o amoratada, aparecen ampollas con líquido y úlceras que pueden producir pérdidas de alguna parte de la lengua. Cuando el perro entra en contacto con dichos pelos puede presentar diversos cuadros, desde un cuadro alérgico como puede ser una urticaria, a sufrir eritemas y angioedemas (hinchazón de la cara), necrosis en la lengua e incluso la muerte de nuestro perro si ésta fuese ingerida.

Lo más importante en este caso es tratar de evitar el contacto de nuestro perro con la oruga procesionaria eligiendo para pasear zonas que ellas no habiten. En el caso de no poder hacerlo, conviene estar alerta para que no se acerque ni para olisquearlas. Y si con todo esto no hemos podido evitar el contacto con la oruga, lo más adecuado será acudir de inmediato al veterinario habitual, o al de urgencias de la zona, para poder realizar cuanto antes a nuestro perro un tratamiento a base de corticoides y antihistamínicos, generalmente administrados por vía intravenosa, para disminuir la gravedad de sus lesiones.

Combatir la procesionaria

Eliminar los bolsones cortándolos uno a uno, excepto los que estén en las guías terminales, ya que pueden dañarse éstas y sería peor. Antes de cortarlos regarlos bien para disminuir las urticarias.

Romper las bolsas con un palo (al ser muy urticantes, hay que tener mucho cuidado). Esto hay que hacerlo los días más frescos y al atardecer, de esta manera si alguna se ha escapado no le dara tiempo a rehacer el bolsón y morirá de frio durante la noche.

Eliminar las orugas cuando bajen del árbol. Se puede colocar un plástico duro pegado al perímetro del tronco a modo de embudo y se llena de agua, de este modo cuando las orugas bajen del árbol en procesión para enterrarse en el suelo se ahogarán.

Buscar las zonas de anidación de las orugas cuando están en terradas en el jardín, se suele observar un montículo de arena removida y sobre elevado del terreno de unos 15-25 cm. de diámetro aproximado. Desenterrar y matar a las orugas.

Trampas de feromonas. Se trata de capturar machos mediante la utilización de feromonas sintetizadas de la hembra, el macho queda atrapado impidiendo que fecunde a la hembra por lo que se altera el ciclo de reproducción.

En zonas amplias de pinos podemos introducir depredadores naturales, siempre que no supongan, un peligro para otras especies. Los principales depredadores y los más efectivos son, entre las aves, los carboneros y los herrerillos, dos pájaros insectívoros especialmente voraces con la procesionaria.  Entre los mamíferos se pueden utilizan llirón careto y murciélagos, también y aunque su compañía no resulta muy agradable podemos contar con avispas, cigarras y hormigas.

Para un jardín lo mejor es potenciar la existencia de aves insectívoras mediante la instalación de cajas nidos, comederos, etc. que sirvan de reclamo y refugio para las aves.

Otros métodos para combatir la procesionaria es con la aplicación de tratamientos químicos mediante maquinaria especializada de fumigación, y también otros tratamientos mediante insecticida ecológico (uso de Bacillus thuringiensis). Estos tratamientos sólo pueden acometerse durante el inicio del otoño, fecha en la que  el insecto se encuentra en una fase en la que puede ser atacado con insecticidas.

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