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Fotograma del documental.
El infierno azul

El infierno azul

El documental 'La última aventura del Gandul' recrea las alegrías y los peligros de las travesías marinas a vela

Daniel Roldán

Viernes, 3 de marzo 2017, 22:07

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Dejar una vida tradicional, abandonar las comodidades para embarcarse, surcar los mares y acabar en una playa paradisíaca viendo una puesta de sol. Un objetivo por el que muchos suspiran pero poquísima gente se atreve a hacer. Unos aventureros que se lanzan al mar sabiendo que el infinito azul es muy traicionero. No todo son días de vinos y rosas. 'La última aventura del 'Gandul' refleja las dos caras de la aventura marítima. Un grupo de amigos acompaña al patrón de este catamarán, Gustavo Díaz, y a su pareja, Begoña Filloy, en un viaje a través del Atlántico. Inicio en Las Palmas, parada en Cabo Verde y desde allí a Barbados. Entre el grupo de amigos están Tomas Cimadevilla, director de documentales y productor de 'El otro lado de la cama' o 'Torremolinos 73', y el montador Paco Díaz.

Llevaron una cámara para dar fe del viaje. «No era un proyecto sino que es una cosa que surge de forma espontánea», explica Cimadevella. Después de la travesía, tiene claro que quiere contar la aventura del 'Gandul', un barco construido en 1992 de forma artesanal en Comodoro Rivadavia (Argentina) para la Expo de Sevilla. Su objetivo era traer un mensaje de fraternidad y que Díaz, su entonces mujer y sus dos hijos pudieran vivir en libertad. Los amigos regresan a España en avión y el patrón y Filloy se quedan en el Caribe con el propósito de hacer el viaje de regreso.

Esa vida en el agua es lo que quiere contar el productor asturiano, que se pone en contacto con el escritor Alberto Vázquez-Figueroa; Julio Villar, primer español en dar la vuelta al mundo en solitario; Esperanza Pérez, la primera española en atravesar el Atlántico en soledad; o Santiago González Zunzundegui, que construyó un barco en Hondarribia en el que vivió 17 años con su esposa y dos hijos. Unas voces para contar los dos lados de esta forma de entender la vida. Porque la parte buena fue la ida al Caribe; la mala fue el regreso. En mayo de 2015, el catamarán inicia el trayecto de vuelta a España. El viaje comienza a complicarse.

Las previsiones meteorológicas no auguran nada bueno. A 400 millas de las Azores se forma una tormenta que levanta olas de diez metros y vientos de 120 nudos. El timón del 'Gandul' se rompe y se lanza la llamada de socorro. El 8 de mayo, tras doce horas a la deriva, Begoña y Gustavo tuvieron que ser socorridos por un carguero de bandera turca. El 'Gandul' acabó en el fondo del mar. «Ese es el riesgo que conlleva vivir en el mar. Fue un final dramático, que no trágico», apunta Cimadevilla, que presenta este domingo el documental en Bilbao (Sail In Festival) y en el Festival de Málaga (17-26 de marzo). Un riesgo que asumen Gustavo y Begoña, que preparan para el próximo año una vuelta al mundo.

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