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El poderío del novio de la hija de Amancio Ortega

El poderío del novio de la hija de Amancio Ortega

Carlos Torretta, novio de la hija del fundador de Inditex, es un experto en modelos. Lo mismo las enamora que dirige sus carreras profesionales

LUIS GÓMEZ

Miércoles, 15 de febrero 2017, 01:00

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Antes de su noviazgo con Marta Ortega, la hija del dueño del imperio de Inditex, Carlos Torreta (Madrid, 1984) era un desconocido que disfrutaba de su anonimato. El hijo de Roberto Torreta, un diseñador argentino afincado en España desde los años setenta y con gran predicamento entre la alta sociedad madrileña, se movía con un perfil muy discreto. Vivía ajeno a los focos mediáticos entre Madrid y Nueva York. Con cara de no romper un plato, se pegaba la gran vida y apuraba todo lo que podía las noches de Manhattan, aunque ya no le parezcan tan divertidas. «Las discotecas no son tan exclusivas. Están desesperadas por hacer dinero y dejan entrar a todo el mundo», lamenta. Ahora mismo lo que más le van son las fiestas privadas. «Las del mundo de la moda suelen ser muy divertidas y a veces incluso duran hasta el día siguiente», ha ironizado en más de una ocasión.

Sin embargo, la confirmación de su relación sentimental con la heredera de Zara le ha pillado con el pie cambiado y descubierto su perfil ultrapijo. Ha desvelado las extraordinarias habilidades sociales de este cachorro de la jet set española e internacional. El 'samurái' de la moda, como se le conoce por su afición a llevar recogido el pelo en un moño, es un joven que ha aprovechado su estudios en exquisitos colegios para hacerse una impresionante agenda de contactos profesionales. Cursó la secundaria en Nueva Inglaterra y se graduó en Bellas Artes y Relaciones Públicas en la Pace University de Nueva York.

Los años que pasó en el exclusivo internado de Vermont, junto a su mejor amigo, Max Snow, perteneciente a una saga de petroleros, fueron un despiporre: «Nos pasábamos el curso llamando a mayoristas de bebidas y encargando cajas de champán que escondíamos en los enormes cubos de basura y luego cubríamos con nieve. Las fiestas secretas eran impresionantes», evoca. Fiesta. Palabra clave que le ha servido para moverse como pez en el agua junto a banqueros, 'brokers' y gente muy poderosa. Mantiene una gran amistad con Alonso Aznar, el hijo pequeño del expresidente de Gobierno; Alfonso de Borbón, Mónica Cruz y las modelos Nieves Álvarez y Eugenia Silva. El buen nombre que se ha ganado en el mundo de la moda lo ha empleado con fines laborales y amorosos. Porque Charly, como le conocen familiares y amigos, marca muy bien los territorios que pisa. Es un lince. Este experto en modelos, a las que lo mismo asesora profesionalmente y consigue jugosos contratos que seduce, dispone de un currículo apabullante. A sus 32 años, no ha perdido el tiempo. Antes de emparejarse con Marta Ortega salió con la supermodelo Sigrid Agren, una 'top' de Martinica con ascendencia sueca.

Ángeles de Victoria's Secret

Después se le relacionó con Andi Muise, una maniquí canadiense de 26 años. Es obvio que le pierden las rubias espectaculares, aunque siente también predilección por mujeres que han desfilado para la firma Victoria's Secret. Tiene buena mano con los 'ángeles' más famosos de las pasarelas. Su noviazgo más longevo lo tuvo con Victoria Traina, estilista y sexta hija de Danielle Steel, la escritora de 'best sellers' románticos más famosa del mundo. Gracias a ella, intimó con prestigiosos diseñadores como Alexander Wang o Jack McCollough y Lázaro Hernández, el dúo que da nombre a la marca Proenza Schouler. A diferencia de los finales de los libros de Steel, su historia no tuvo un desenlace feliz.

Sin embargo, en vez de venirse abajo, ha levantado cabeza. Y de qué manera. La vida sonríe en todos los sentidos a este chico al que le persiguen las 'it girls'. Ha desembarcado en Madrid para estar cerca de su nuevo amor y, al mismo tiempo, ponerse al frente como 'booker' (especie de cazatalentos) de The Society Management, una sucursal de la prestigiosa agencia Elite, firma que encumbró en su día a Naomi Campbell, Linda Evangelista y Giselle Bündchen, entre otras muchas maniquíes.

Torretta sabe cómo sacar tajada desde las altas esferas. Lleva la carrera profesional de Adriana Lima, una de las grandes 'top', y de Kendall Jenner, la menor del clan Kardashian y una de las modelos del momento. Carlos dejó patentes sus influencias al convertir a la hermana de Kim en imagen de Mango. No solo eso. Durante la visita de Kendall a Barcelona el pasado enero fue su sombra. Anduvo pegado todo el rato a la 'celebrity', como un guardaespaldas, y colapsaron la famosa Rambla.

Pese a la fama de la que disfruta actualmente, Carlos jamás pensó hacer carrera en el mundo del diseño. Para empezar, nunca llevó demasiado bien lo de 'ser hijo de'. Su madre tampoco es una desconocida en este negocio. La economista Carmen Echevarría regenta desde hace años Berlín, una de las tiendas multimarca más selectas de Madrid. Lo pasó mal de pequeño a raíz del «trauma» que sufrió tras verse obligado a participar en un desfile de hijos de diseñadores famosos. «No tenía muchas ganas y encima me tocó caminar por la pasarela junto a un dálmata, pero yo tenía pánico a los perros», protesta.

Dice que todavía no se ha recuperado de aquella experiencia. Pero una cosa es lo que dice y otra muy distinta las imágenes que reflejan su álbum de fotos familiar, donde rara vez se le ha visto con gesto preocupado. Cuentan que de niño hacía de canguro durante las vacaciones que pasaba en la casa de sus primos en los exclusivos Hamptons, la zona donde veranean los neoyorquinos millonarios. En vez de salir de fiesta, cuidaba por las noches de los pequeños mientras los mayores se iban de copas. Nada que ver con el rumbo que ha tomado la vida de este guerrero que paladea la fama y, tras tantear la industria de la publicidad, es el nuevo samurái de la moda.

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