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Jueves, 2 de febrero 2017, 11:08
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La historia puede resultar escalofriante. Attila y su esposa Charlotte Szakacs fueron padres el pasado 13 de diciembre pero diferentes complicaciones hicieron que la pequeña Evelyn naciese con una anormalidad cromosómica que le impediría seguir con vida. A pesar de ello, los padres decidieron estar en casa con la neonata durante cuatro días. Pasearon, la abrazaron y hasta se fotografiaron con ella.
Evelyn nació con un cerebro sin desarrollar, vías aéreas y pulmones obstruidos además de una aorta estrecha. Luchó por su vida durante cuatro semanas, pero acabó falleciendo en los brazos de sus padres.
Según informa Mirror, nada más nacer en el Leeds General Infirmary del Reino Unido, los médicos recomendaron a los padres que llevaran a la hija a un hospicio. Ellos, sin embargo, se aferraron a las mínimas posibilidades de supervivencia.
Con el paso de los días, la pequeña peleaba por su vida en una incubadora del Martin House Hospice. Ya los especialistas habían alertado de las pocas posibilidades de supervivencia. Por ello, los padres pidieron pasar cuatro días con la pequeña en casa. Recibieron la aprobación y pudieron llevársela. Pasearon en carrito por los parques, se fotografiaron con ella y hasta compartieron momentos en redes sociales. Después, 16 días más tarde, el 26 de enero, Evelyn fue enterrada.
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