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Unas monjas se convierten en brokers y salvan su convento gracias a la Bolsa

Unas monjas se convierten en brokers y salvan su convento gracias a la Bolsa

Las hermanas han logrado dos millones de euros siguiendo tres condiciones: que se espere un buen rendimiento de la inversión, que no exija demasiado riesgo y que la empresa sea “moralmente aceptable”,

ideal.es

Jueves, 8 de diciembre 2016, 11:12

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Las monjas de Mariendok, en el oeste de Alemania, necesitaban cambiar el único coche del que disponían y arreglar el tejado de su convento. A pesar de sus intentos de buscar financiación, el banco no les ofrecía opciones que pudieran asumir y los pocos ingresos de que disponían provenían de la venta de ropa para sacerdotes, velas y leche; por lo que tuvieron que buscar una rápida solución para salvar su convento.

Fue la hermana Lioba Zahn, de 54 años, quien finalmente tomó la iniciativa y se lanzó a invertir el poco dinero que tenían en bolsa, con los consecuentes riesgos que esta decisión suponía y gracias a la cual ahora cuentan con dos millones de euros, según afirma el Wall Street Journal.

Esta monja alemana carecía de conocimientos financieros, pero sí había estudiado psicología en una etapa anterior de su vida. Empecé googleando qué es un swap (permuta financiera) y ahora entiendo una de cada tres frases que leo, al principio era una de cada diez, asegura la hermana Lioba Zahn, que ha demostrado con creces la sabiduría que se esconde tras los muros del convento.

Según el citado medio, la monja invierte hasta el 33% de los dos millones que poseen en bolsa y para ello sigue tres condiciones: que se espere un buen rendimiento, que no exija demasiado riesgo y que la empresa sea moralmente aceptable, desechando algunas como las petroleras.

La primera inversión que realizó la hermana Zahn fue en una farmacéutica danesa cuyas acciones acabaron triplicando su valor en 3 años. Además, confiesa haber vendido títulos de Deutsche Bank justo antes de que se desplomaran. Tenemos nervios de acero. No hay otra forma de sobrevivir en este mercado, dice la hermana Christiana, ayudante de Zahn en sus tareas financieras.

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