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Sexo con asesinos o ladrones. ¿Qué provoca la hibristofilia?

Sexo con asesinos o ladrones. ¿Qué provoca la hibristofilia?

Este tipo de parafilia, en la que el sujeto siente atracción por mantener relaciones sexuales con personas peligrosas, se caracteriza por una fuerte afinidad por sus actos más o menos atroces

ideal.es

Sábado, 26 de noviembre 2016, 00:52

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Las fantasías sexuales son comunes a casi todos los individuos del planeta, ya sean más o menos abundantes y de carácter diverso. Hay quien además opta por imaginarse en situaciones un tanto extrañas, ya sea en solitario, en pareja o en grupo. En cuestión de gustos, en el sexo tampoco hay nada escrito. Sin embargo, existe una tendencia sexual poco mencionada pero que puede provocar consecuencias nefastas para quien la sufre. Hablamos de la hibristofilia.

Se trata de un tipo de parafilia en la que el sujeto siente atracción por mantener relaciones sexuales con personas peligrosas, ya sean asesinos, ladrones, violadores o delincuentes de cualquier tipo, sin necesidad tampoco de que este inclinación desemboque en un crimen en sí. No queda ahí la cosa: las personas que se excitan sexualmente o logran el orgasmo mediante este patrón de comportamiento sexual también se ven atraídos por personas que engañan, como es el caso de los infieles.

La actitud de quien padece hibristofilia se caracteriza por una fuerte afinidad por los actos más o menos atroces de estas personas, les lleva a admirarlas, a escribirles y a unirse sentimentalmente con ellas, hasta el punto de hacerlo para toda la vida y siendo incapaces de desprenderse de su influencia.

En este sentido, los motivos o razones de este fenómeno son desconocidos pero la psicología lo deriva como un extremo del fanatismo. En la memoria queda un caso que ejemplariza esta parafilia, el del asesino en serie Ted Bundy. El número de víctimas podría rondar las cien mujeres y, cuando su detención se hizo pública atrajo a docenas de mujeres tanto a las sesiones de juicio como transformadas en cartas de amor cuando entró en la cárcel.

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