Los 7 tipos de alimentos que están dañando tu garganta

Los cambios de temperatura que estamos viviendo en las últimas semanas están provocando, como cada año, resfriados y gripes que nos obligan a permanecer en reposo y atiborrándonos a medicinas. La alimentación, sin embargo, no suele ser tenida en cuenta cuando se trata de dolores de garganta u otros síntomas del resfriado, a pesar de ser un factor clave en una rápida y correcta recuperación.

De hecho, existen algunos alimentos que debemos evitar a toda costa si el dolor de garganta se presenta como uno de los síntomas que padecemos.

1. La comida muy sólida o difícil de tragar puede ser contraproducente, puesto que puede raspar la garganta e incrementar el dolor. Entre estos alimentos encontramos los cereales, los frutos secos, zanahorias crudas, galletas o palomitas de maíz. No obstante, si los remojamos en leche tibia, los cocinamos o procesamos, podremos consumirlos sin perjuicio alguno.

2. La comida ácida, como los cítricos, no son nada recomendables, puesto que irritan las mucosas y la garganta. Además de las naranjas limas o limones, es mejor que evites el vinagre y productos fermentados. Y si quieres obtener esa vitamina C que aportan los cítricos, tan importante para la recuperación, puedes obtenerlas con las espinacas o acelgas cocidas.

3. Las comidas picantes puede irritar aún más la garganta, por lo que, durante el resfriado, debemos evitar la pimienta, el ajó u otros productos picantes.

4. La comida condimentada tampoco es recomendable si estamos resfriados o con gripe, puesto que, igual que el picante, las especias pueden irritar la garganta. Así, debemos evitar el curry, el comino, el clavo de olor o cualquier otra especia.

5. A pesar de lo que solemos pensar, la comida caliente no es buena para el dolor de garganta. Aunque nos reconforte tomar bebidas muy calientes, lo mejor es reducir la temperatura de la garganta en lugar de aumentarla.

6. El alcohol y el café también son bebidas que irritan la garganta.

7. Los alimentos fríos, crudos y duros deben quedar fuera de nuestra dieta, para evitar que nos raspen e incrementen la irritación.

Para mejorar los síntomas del resfriado y de la gripe, por el contrario, debemos incluir alimentos como las cremas tibias o frías, zumos de frutas no cítricas, helado, verduras cocidas, yogur, leche, miel e infusiones templadas.

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