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Domingo, 16 de octubre 2016, 13:31
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Una menor de 15 años vivió 26 días de auténtico infierno. Tras ser detenida en Pará, Brasil por la Policía en 2007, por robar presuntamente un teléfono móvil, la joven tuvo que enfrentarse a una pena de prisión. Sin embargo, no había celdas suficientes, pero la jueza encargada del caso decidió encarcelarla, así que fue enviada a un pabellón masculino, donde compartió celda con 30 hombres que la violaron y torturaron de forma continua a cambio de comida.
Ahora, el Consejo de Justicia de Brasil ha emitido una orden por la que suspenden de su cargo durante dos años a la magistrada, pero no de sueldo, puesto que podrá seguir cobrando, según relata Antena 3. A pesar de que la Policía emitió una orden para que la cambiaran de celda, la jueza no atendió la petición hasta 20 días después.
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