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Jueves, 25 de agosto 2016, 12:07
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Con 41 años Betsy Davis ha muerto. Esta estadounidense de 41 años, que fue diagnosticada con esclerosis lateral amiotrófica (ELA) en el 2013, optó por el suicidio asistido, práctica legal en California, estado donde residía.
Antes de ello, Betsy celebró una fiesta con sus amigos y familiares más cercanos para que la acompañasen en sus últimas horas. A todos ellos les envío invitaciones vía e-mail y sólo puso una condición: que no lloraran. "Esos momentos tienen que ser de luz y felicidad", les recordaba.
«No quiero vivir mi vida paralizada, alimentarme a través de un tubo y comunicarme mediante una máquina», le aseguraba Betsy a su hermana. Por ello, esperó a que la ley entrase en vigor para llevar a cabo su suicido de forma segura y legal. Los médicos ya le podían prescribir las sustancias necesarios para que pusiera punto y final a su vida. Y así lo hizo.
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