Edición

Borrar
¿Por qué todo el mundo anda loco con los Pokémon?

¿Por qué todo el mundo anda loco con los Pokémon?

El videojuego de realidad aumentada conquista el mundo en apenas una semana. El arrebato es tal que los usuarios irrumpen en un cuartel de la Guardia Civil para «matar al enemigo», se caen por un barranco, conquistan el chalé del vecino...

guillermo elejabeitia

Viernes, 22 de julio 2016, 00:27

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Cariño, acabo de salir del trabajo, estoy de camino a casa, pero antes voy a pasar por el centro comercial, que hay una pokeparada». Cuelga. Mira al horizonte. Una lágrima se asoma a su mejilla y exclama: «¡Pokémon es real!». El protagonista de esta escena es un hombre con barba, mujer e hijos, que pasa de la treintena. Como él, toda una generación que creció con los dibujos animados, los videojuegos y el merchandising de la mítica saga japonesa está viviendo estos días un sueño hecho realidad. «Estamos locos, ¡pero si es solo un videojuego!», pensarán ustedes. Lo cierto es que el pasatiempo de realidad aumentada lanzado por Nintendo hace poco más de una semana es ya todo un fenómeno económico, cultural y social.

Las claves

  • Mil historias

  • Su mejor aliciente son la infinidad de historias que nos pueden suceder mientras jugamos. Hacer amigos, deporte, conocer la ciudad...

  • Realidad aumentada

  • Había precedentes, pero limitados a videoconsolas. El salto al móvil permite llegar a casi todo el mundo y jugar en la propia calle.

  • Un toque de nostalgia

  • Nacida en Japón como serie de dibujos hace 20 años, toda una generación ha crecido jugando a los Pokémon.

Por si queda alguien que a estas alturas no sabe de qué va la historia, el objetivo de Pokémon Go es bien sencillo: cazar una serie de criaturas fantásticas con las que luego enfrentarse a otros jugadores. La principal diferencia entre esta nueva versión y el videojuego que la propia Nintendo comenzó a comercializar hace ahora veinte años es que han saltado de la consola al móvil y los bichitos aparecen ahora de forma aleatoria por toda la geografía mundial. Eso ha provocado que un ejército de usuarios se lance a las calles al grito de Hazte con todos, el lema que repetía machaconamente la propaganda de la mítica serie de animación japonesa.

El éxito de la aplicación ha adquirido cotas delirantes. Hace unos días, una avalancha de jugadores invadió Central Park porque había sido avistado allí un Vaporeon, una de las presas más codiciadas. Las imágenes, que han corrido como la pólvora por internet, muestran a centenares de enfervorecidos fans a la carrera, o a conductores que abandonan sus vehículos para seguir a la masa entre gritos de emoción. Demencial.

Un algoritmo determina al azar dónde aparecen los objetivos en función de la popularidad del lugar o el número de jugadores en las cercanías, pero además la compañía que ha desarrollado el videojuego, Niantic, ha decidido colocar presas especialmente valiosas en puntos muy señalados, como la Puerta de Brandenburgo, en Berlín, la Ópera de Sidney, los aledaños de la Torre Eiffel o Picadilly Circus, en Londres. Pero también por azar en el Pentágono, la zona desmilitarizada entre las dos Coreas o el perímetro de alienación de Chernóbil. En el campo de exterminio de Auswitch o el museo del Holocausto de Berlín se ha prohibido el uso de la aplicación «por respeto a la memoria», y ya hay voces en Turquía que reclaman que se restrinja en el entorno de las mezquitas.

12 kilómetros y 1.100 calorías

Por primera vez en mucho tiempo ha conseguido que muchos aficionados a los videojuegos se levanten del sofá y salgan a la calle en busca de caza. «En la última semana he visto más cosas de Londres que en los dos años que llevo viviendo aquí», reconoce Sean, músico y aspirante a actor. Ya hay quien ve en el fenómeno todo un éxito para la salud pública de Occidente, donde una de cada cuatro personas tiene sobrepeso. En una tarde se pueden recorrer más de 12 kilómetros y consumir unas 1.100 calorías.

Pero los accidentes también comienzan a ser comunes. El límite entre diversión y desastre se difumina. Dos jóvenes cayeron por un acantilado en California siguiendo a su presa y las redes se han llenado en los últimos días de fotos de heridas de guerra. En Florida, un hombre llegó a disparar a unos jóvenes que se habían adentrado en su jardín. En Madrid, dos usuarios fueron detenidos en la madrugada del pasado sábado tras irrumpir en el cuartel de la Guardia Civil de las Rozas para «matar a un enemigo» .

La Policía Nacional se ha visto obligada a elaborar un catálogo de recomendaciones para un uso seguro de la realidad aumentada. Por ejemplo, mantenerse atento a lo que ocurre alrededor, abstenerse de conducir o andar en bicicleta mientras se juega y tener en cuenta que el sistema de geolocalización puede ser utilizado por delincuentes para saber cuándo te ausentas de tu domicilio o dónde te encuentras en cada momento. En Nueva York las fuerzas de seguridad han mostrado su preocupación porque muchos jugadores se adentran en distritos especialmente peligrosos, como un supermercado de la droga situado en Brooklyn en el que últimamente hay más gente buscando Pokémon que estupefacientes.

La euforia de los usuarios y un rosario de situaciones rocambolescas está haciéndole al videojuego una campaña de promoción impagable. Con un gasto en publicidad relativamente discreto, los resultados obtenidos están siendo espectaculares. En cuatro horas y media ya era la aplicación más descargada del mundo, por encima de Tinder, y una semana después de su lanzamiento ya cuenta con más usuarios activos al día que Twitter. Está siendo más utilizada que Facebook, Instagram y Snapchat. Solo en Estados Unidos, hay más de 21 millones de usuarios intentando conectarse a la vez. Nintendo, que llevaba años viendo como sus competidores le comían el terreno ganado en los 80 con sus videoconsolas, ha incrementado su valor en bolsa un 120%. Ya vale más que Sony.

Gratuito... al principio

Aunque la aplicación es gratuita, contempla micropagos para adquirir productos con los que mejorar el juego en las llamadas pokeparadas. Desde bolas con las que cazar a los dichosos bichos, a pociones con los que atraerlos o espacio para almacenarlos. En Estados Unidos está generando un gasto de 1,6 millones de dólares diarios entre los usuarios del sistema operativo IOS y se espera que antes de un año la cifra total de ingresos supere los 1.000 millones. El negocio ya es redondo, pero además ofrece posibilidades de crecimiento insospechadas. Mc Donalds ha hecho una oferta para que la compañía ubique pokeparadas en sus restaurantes con el fin de atraer clientes. Ni siquiera Nintendo se esperaba un éxito de este calibre. Prueba de ello es que los servidores de la empresa que desarrolla el producto se han colapsado de forma recurrente, provocando un aluvión de quejas y ataques de ansiedad entre los usuarios.

La realidad aumentada ya contaba con un precedente de fabricación española Invizimals, pero ha sido la unión con Pokémon lo que la ha hecho explotar. No se recuerda un éxito de este calibre en el mundo de los videojuegos. Para Alfonso Gómez, director del festival internacional de videojuegos Fun&Serious, la clave está en lo que los expertos llaman narrativa emergente. «Además del juego guionizado, consigue que surjan un montón de historias que le ocurren al usuario mientras juega, tanto en la pantalla como en el mundo real, desde conocer gente, perderse o ligar, lo que supone un gran aliciente», explica. Si a eso le añadimos un toque de nostalgia, fascinante para una generación que se resiste a abandonar la juventud, el éxito y la emoción están asegurados.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios