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Martes, 28 de junio 2016, 11:16
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Insólito caso con el que ha tenido que lidiar Megan Baebler, una veterinaria de Missori (Estados Unidos). Julie Morgan llevó uno de sus peces a la consulta porque se había dado cuenta de que el resto de sus compañeros de acuario habían empezado a atacarle.
Kiwi, como se llama el pez de siete años, perdió un ojo después de desarrollar una catarata. Al llegar a la clíniica de Megan estaba fatal y a la veterinaria se le ocurrió la idea de crear un ojo falso "con habilidad y astucia".
Así lo asegura ella a Buzzfeed: "Utilicé una mezcla de un esmalte de uñas y unos pigmentos de sombra de ojos para darle iridiscencia".
La operación para implantárselo duró unos treinta minutos, durante los cuales el pez estuvo bajo anestesia general.
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